Regalando la felicidad sobre ruedas



Marce y Cristian eran dos amigos muy aventureros que siempre estaban buscando nuevas formas de explorar el mundo.

Un día, mientras tomaban mate en la plaza del barrio, se les ocurrió una idea emocionante: vender su motorhome para comprar uno más grande y seguir viajando juntos. -¡Qué emoción! -dijo Marce-. ¡Podremos conocer lugares nuevos y vivir más aventuras! -Sí, pero no será fácil encontrar un comprador para nuestro motorhome -dijo Cristian preocupado.

Sin embargo, los dos amigos decidieron ponerse manos a la obra e intentarlo. Prepararon el motorhome con mucho cuidado, limpiándolo y arreglando cualquier detalle que pudiera desanimar a los posibles compradores. Luego publicaron anuncios en internet y pegaron carteles por todo el barrio.

Los días pasaban y nadie parecía interesarse en su motorhome.

Marce comenzaba a desanimarse cada vez más:-¿Por qué nadie quiere comprarlo? ¿Será que no lo hemos preparado bien? Cristian trató de animarlo:-No te preocupes amigo, seguro que pronto encontraremos al comprador perfecto. Pero las semanas seguían pasando sin éxito. Hasta que un día, mientras caminaban por la calle, escucharon una conversación entre dos señores mayores:-Mira esa casa rodante tan bonita -decía uno de ellos-.

Me encantaría tener una para recorrer el país con mi esposa. Marce y Cristian intercambiaron una mirada llena de esperanza. Se acercaron a los señores y les preguntaron si estarían interesados en ver su motorhome.

Los señores aceptaron encantados y quedaron en encontrarse al día siguiente para verlo. Los dos amigos estaban muy emocionados, pero también nerviosos. Sabían que la venta de su motorhome dependía de esa visita.

Así que el día siguiente prepararon todo con mucho cuidado y esperaron a los señores con ansias. Cuando llegaron, Marce y Cristian les mostraron todo el motorhome con entusiasmo. Los señores lo examinaron detenidamente y preguntaron muchas cosas. Al final se acercaron a los amigos con una sonrisa:-Nos encantó -dijeron-.

Es justo lo que estábamos buscando. ¿Cuánto nos piden por ella? Marce y Cristian intercambiaron otra mirada llena de felicidad antes de responder:-¡Es suya! -dijeron al unísono.

Los señores se sorprendieron:-¿Cómo? ¿No quieren dinero por ella? -No -respondió Cristian-. Nos hace felices saber que nuestro querido motorhome va a ser utilizado para vivir nuevas aventuras. Los señores no podían creer tanta generosidad y abrazaron a los dos amigos emocionados.

Desde ese día, Marce y Cristian aprendieron una lección importante: no siempre es el dinero lo más importante en la vida, sino la posibilidad de hacer felices a otras personas con nuestros actos desinteresados.

Y así siguieron viajando juntos, llenando sus vidas de nuevas aventuras e historias increíbles para contar.

FIN.

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