Renata, la rana que cantaba sin saltar


Había una vez en un hermoso bosque encantado, una rana llamada Renata. Renata era conocida por todos como "la rana loca", ya que siempre estaba saltando de un lado a otro sin parar y hablando sola.

Un día, mientras saltaba de hoja en hoja, Renata tropezó con una piedra y cayó al agua.

Al salir mojada y un poco aturdida, se dio cuenta de que algo extraño le había sucedido: ¡ya no podía saltar! Intentaba una y otra vez impulsarse con sus patas traseras, pero algo dentro de ella parecía haber cambiado. Renata comenzó a sentirse triste y desanimada.

Se sentaba en el borde del estanque mirando a los otros animales jugar y divertirse, deseando poder unirse a ellos como solía hacerlo. Pero ahora se sentía limitada e inútil. Un día, el sapo Sabio del bosque se acercó a Renata y le dijo: "-Hola Renata, veo que estás pasando por un momento difícil.

¿Qué te sucede?". Renata suspiró y le contó al sapo Sabio sobre su problema para saltar. El sapo escuchó con atención y luego le dijo: "-No te preocupes Renata, todo tiene solución en la vida.

Quizás este sea un momento para descubrir otras habilidades que ni siquiera sabías que tenías". Renata asintió con curiosidad y decidió seguir el consejo del sapo Sabio. Comenzó a explorar el bosque de formas diferentes, observando detenidamente cada detalle que antes pasaba desapercibido.

Descubrió su talento para imitar sonidos de la naturaleza con su voz única y melodiosa. Un día, mientras practicaba sus nuevos cantos cerca del estanque, los demás animales la escucharon maravillados.

La melodía de Renata era tan hermosa que todos se acercaron para escucharla con admiración. El sapo Sabio sonrió al ver cómo Renata brillaba de felicidad al compartir su nuevo don con los demás.

"-Ves Renata -le dijo-, aunque hayas perdido la capacidad de saltar, has ganado algo aún más valioso: la oportunidad de descubrir tu verdadero talento y compartirlo con el mundo".

Desde ese día en adelante, Renata dejó atrás su tristeza por no poder saltar como antes y abrazó con alegría su nueva pasión por la música. Se convirtió en la cantante oficial del bosque encantado, alegrando los corazones de todos los animales con sus melodías únicas.

Y así fue como "la rana loca" se transformó en "la rana artista", demostrando que las dificultades pueden ser oportunidades disfrazadas si uno está dispuesto a mirar más allá de lo evidente.

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