Rescatando al Hermanito Perdido

Sarita y Satsuki se encontraron en el parque un día soleado de primavera. Sarita era una perrita marrón con manchas blancas, mientras que Satsuki era una hermosa perra blanca con orejas largas y suaves.

Ambas estaban corriendo felices cuando chocaron entre sí. -¡Vaya! Perdona -dijo Sarita. -No te preocupes, ¡qué divertido fue ese choque! -respondió Satsuki riendo. Desde ese día, las dos perritas se volvieron inseparables. Juntas exploraban el parque, perseguían ardillas y disfrutaban del sol.

Un día, mientras jugaban cerca del bosque, escucharon unos gritos desesperados:-¡Morel! ¡Morel! ¿Dónde estás? Era Julia y Violeta buscando a su hermanito menor Morel que se había perdido en el bosque mientras jugaba a las escondidas con sus amigos.

Sarita y Satsuki comprendieron la situación de inmediato y decidieron ayudarlas a buscarlo. Los cuatro comenzaron a caminar por el bosque siguiendo los rastros de Morel.

Mientras avanzaban, encontraron algunos objetos que pertenecían al niño: un pañuelo rojo y una pelota verde. -¡Miren esto! Es la pelota de Morel -exclamó Julia emocionada-. Estamos cada vez más cerca. De repente, escucharon un ladrido lejano seguido por un llanto débil.

Corrieron hacia donde provenía el sonido hasta encontrar a Morel asustado debajo de un arbusto. -¡Morel! ¡Aquí estamos! -gritó Violeta corriendo hacia él. -¡Gracias a Dios los encontramos! -dijo Julia abrazando a su hermanito. Sarita y Satsuki se acercaron para saludar al pequeño y asegurarse de que estaba bien.

Morel les acarició la cabeza mientras sonreía. -¿Cómo podemos agradecerles por ayudarnos? -preguntó Violeta emocionada. -No necesitamos nada a cambio, solo sabemos lo importante que es tener amigos en momentos difíciles -respondió Sarita con una sonrisa en su rostro.

Julia y Violeta aprendieron una gran lección gracias a las perritas: siempre hay alguien dispuesto a ayudarte cuando lo necesitas. La amistad no tiene límites ni prejuicios, puede ser entre humanos o animales.

Y así, Sarita y Satsuki se convirtieron en las mejores amigas de Julia, Violeta y Morel, compartiendo aventuras juntos cada vez que podían.