Rescate en el Bosque



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, un simpático perrito llamado Pepe. Pepe era muy juguetón y siempre estaba buscando nuevas aventuras para vivir.

Un día, mientras daba vueltas por el parque del pueblo, se acordó de su amiga Lola, una gatita muy cariñosa que vivía al otro lado del bosque. "¡Qué lindo sería ir a visitar a Lola hoy! Seguro que le encantaría pasar tiempo juntos", pensó Pepe emocionado.

Sin perder un segundo más, Pepe se puso en marcha hacia el bosque. El camino no era fácil, con ramas caídas y charcos de barro que dificultaban su avance. Pero nada detenía a Pepe cuando se proponía algo.

Después de un buen rato caminando, finalmente llegó a la casita de Lola. La gatita salió corriendo al escuchar los ladridos de Pepe y lo recibió con un fuerte abrazo.

"¡Pepe! ¡Qué alegría verte! ¿Cómo has llegado hasta aquí con tanto barro?", dijo Lola riendo. "Fue todo una aventura llegar hasta acá, pero valió la pena para verte sonreír", respondió Pepe contento. Pasaron horas jugando juntos en el jardín de Lola, persiguiéndose entre los árboles y contándose historias divertidas.

De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del fondo del bosque. Intrigados, decidieron ir a investigar qué era ese misterioso sonido. Caminaron con cuidado entre los árboles hasta llegar a una pequeña laguna escondida detrás de unos arbustos.

Para su sorpresa, encontraron a un patito atrapado entre las ramas flotantes sin poder salir. "¡Pobrecito patito! Debemos ayudarlo", exclamó Lola preocupada. Con trabajo en equipo y mucha determinación lograron rescatar al patito y llevarlo sano y salvo de vuelta al agua.

El patito les dio las gracias nadando felizmente en círculos alrededor de ellos antes de desaparecer en la laguna. "Hicimos un gran trabajo juntos", dijo Pepe orgulloso mientras secaba sus patitas embarradas.

"Sí, demostramos que cuando trabajamos en equipo podemos lograr cosas maravillosas", respondió Lola con una sonrisa tierna. El sol comenzaba a ponerse en el horizonte anunciando que era hora de regresar a casa antes de que oscureciera por completo.

Con el corazón lleno de felicidad por haber pasado un día tan especial junto a su amiga Lola, Pepe emprendió el camino de vuelta hacia Villa Alegre prometiendo volver pronto para vivir nuevas aventuras juntos.

FIN.

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