Rescate en el lago
Había una vez un hombre llamado Martín que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y campos verdes. Un día, mientras paseaba por el bosque, escuchó un débil ladrido que provenía de entre los árboles.
Se acercó con curiosidad y descubrió a un hermoso perro blanco con manchas negras que parecía perdido. "Hola, amiguito, ¿estás perdido?" preguntó Martín acercándose lentamente al perro. El perro movió la cola emocionado y se acercó a Martín.
En ese momento, una chapa colgando del collar del perro brillaba bajo los rayos del sol. Decía —"Ody" . "¡Oh! Así que te llamas Ody", exclamó Martín sonriendo. Ody ladró con alegría como si confirmara su nombre.
Martín decidió llevarlo a casa para cuidarlo y darle comida y agua. Los días pasaron y Ody se convirtió en el fiel compañero de Martín. Juntos exploraban el bosque, jugaban en el campo y se divertían sin parar.
La gente del pueblo admiraba la bonita relación entre el hombre y su perro. Un día, mientras caminaban cerca de un río cristalino, vieron a lo lejos a una familia de patos intentando cruzar al otro lado.
Los patitos eran muy pequeños y no podían nadar contra la corriente. "¡Oh no! Los patitos están en peligro", exclamó Martín preocupado. Ody miró fijamente la situación por unos segundos y luego salió corriendo hacia el río.
Con valentía, se metió en el agua y nadó rápidamente hasta donde estaban los patitos. Con cuidado, los guió uno por uno hasta la orilla donde su madre los esperaba ansiosa. La familia de patos estaba a salvo gracias a la valentía de Ody.
Todos aplaudieron emocionados viendo la noble acción del perro. Desde ese día, Ody se convirtió en un héroe para todos en el pueblo. Lo llamaban "Ody el salvavidas" y todos querían tenerlo cerca para sentirse protegidos.
Martín estaba orgulloso de su amigo animal y juntos demostraron que la valentía y la amistad pueden hacer del mundo un lugar mejor para todos.
Y así, entre aventuras y enseñanzas, Martín y Ody siguieron disfrutando cada momento juntos, recordando siempre que las acciones nobles traen consigo grandes recompensas en forma de amor incondicional e historias increíbles para compartir con otros.
FIN.