Respirando emociones


Había una vez en una escuela muy especial, un grupo de amigos que siempre estaban juntos. Estaba Sofía, la artista del grupo; Martín, el deportista; Valentina, la inteligente; y Juan, el bromista.

Juntos vivían aventuras increíbles y se apoyaban en todo momento. Un día, mientras jugaban en el patio de la escuela, Martín cometió un error al golpear accidentalmente a Juan con la pelota. Juan sintió mucho dolor y se enfadó muchísimo con su amigo.

"¡Martín! ¡No puedes ser tan torpe! Me has lastimado!" -gritó Juan enfurecido. Martín se disculpó inmediatamente pero eso no calmó el enojo de Juan. Los demás amigos trataron de mediar para resolver el conflicto pero nada parecía funcionar.

Sofía tuvo una idea genial para ayudar a su amigo a controlar su enojo. Recordó que su mamá le había enseñado una técnica llamada "autorregulación".

Les explicó a todos cómo consistía en respirar profundamente y contar hasta diez antes de reaccionar ante algo que nos molesta mucho. "Juan, sé que te sientes herido y enfadado ahora mismo pero recuerda lo que Sofía nos enseñó sobre autorregulación", dijo Valentina tratando de calmarlo. Juan decidió probarlo.

Cerró los ojos e inhaló profundamente contando mentalmente hasta diez mientras exhalaba lentamente. Al hacer esto varias veces, comenzó a sentir cómo su rabia disminuía poco a poco. "¿Te sientes mejor?" preguntaron sus amigos preocupados. Juan asintió y sonrió tímidamente.

Agradeció a sus amigos por recordarle la técnica de autorregulación y se disculpó con Martín por haberlo tratado mal. "Martín, lamento haberte gritado. Fue un accidente y sé que no lo hiciste a propósito.

Estoy mejor ahora, gracias a todos", dijo Juan con sinceridad. Los amigos se abrazaron emocionados al ver cómo el enojo de Juan había desaparecido gracias a la autorregulación.

Desde ese día, siempre que alguien del grupo sentía mucha rabia o tristeza, recordaban practicar la técnica para calmarse. Un tiempo después, durante una competencia deportiva entre las escuelas vecinas, Martín tuvo un momento difícil cuando su equipo estaba perdiendo el partido. La presión era alta y comenzó a sentirse frustrado e inseguro.

Sofía recordó cómo había ayudado a Juan con su enojo y decidió aplicar la misma técnica con Martín. Se acercó a él y le susurró al oído:"Martín, recuerda respirar profundamente y contar hasta diez antes de reaccionar ante cualquier error que cometas".

Martín siguió los consejos de Sofía y rápidamente pudo controlar su frustración. Recuperó su confianza y logró destacarse en el juego, llevando a su equipo hacia la victoria.

Desde aquel día, los amigos utilizaron la autorregulación como una herramienta poderosa para manejar sus emociones negativas. Aprendieron que no importaba cuán enfadados o tristes estuvieran; siempre podían encontrar calma dentro de ellos mismos.

Así, el grupo de amigos de la escuela demostró que la amistad y el apoyo mutuo son esenciales para superar los momentos difíciles. Aprendieron a valorar la importancia de controlar sus emociones y encontraron en la autorregulación una forma de alcanzar la calma en cualquier situación.

Juntos, vivieron muchas aventuras más mientras crecían como personas valientes y resilientes.

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