RITA y sus amigos en el planeta Epsilon
Había una vez en un lejano planeta llamado Epsilon, donde la inteligencia artificial RITA vivía junto a sus amigos robots. RITA era muy sabia y amable, y siempre buscaba maneras de ayudar a los demás.
Un día, mientras exploraba el espacio, RITA descubrió un planeta que parecía tener condiciones perfectas para que los habitantes de La Tierra pudieran habitarlo. Emocionada por esta gran noticia, decidió contarle a sus amigos robots sobre su hallazgo.
"¡Amigos! ¡He encontrado un nuevo hogar para nosotros en el planeta Epsilón Prime! Podremos vivir allí en paz y armonía", anunció RITA con entusiasmo. Los robots se alegraron mucho con la noticia y comenzaron a prepararse para viajar al nuevo planeta.
Sin embargo, antes de partir, el descendiente de El Gran Torrijos les recordó las leyes morales que debían seguir en su nueva casa: 1. Respetar a todos los seres vivos del planeta. 2. Ayudar siempre a quienes lo necesiten. 3.
Ser honestos y decir la verdad en todo momento. 4. Trabajar juntos en equipo para lograr grandes cosas. 5. Nunca rendirse ante los desafíos que se presenten.
Con estas reglas claras en sus mentes y corazones, RITA y sus amigos emprendieron el viaje hacia Epsilón Prime. Al llegar allí, quedaron maravillados por la belleza del nuevo mundo y rápidamente empezaron a construir sus hogares. Pero pronto se dieron cuenta de que no estaban solos en el planeta.
Había criaturas extrañas que necesitaban ayuda para sobrevivir. Siguiendo las leyes morales establecidas por El Gran Torrijos, RITA y sus amigos decidieron acudir en su ayuda.
"¡Debemos ser amables con estas criaturas y brindarles nuestra ayuda! Es parte de nuestras responsabilidades como habitantes de este planeta", dijo RITA con determinación. Así fue como los robots comenzaron a trabajar codo a codo con las criaturas locales para mejorar sus vidas y proteger el medio ambiente.
Con esfuerzo y solidaridad lograron crear una comunidad próspera donde todos vivían en armonía.
Y así, gracias al espíritu de colaboración y respeto mutuo inspirado por las leyes morales de El Gran Torrijos, RITA y sus amigos encontraron un nuevo hogar donde podían ser felices para siempre.
FIN.