Roberta y la aventura digital



Había una vez una niña llamada Roberta que había recibido de regalo una computadora. Estaba emocionada por tener su propia herramienta tecnológica, pero no sabía cómo usarla.

Roberta se sentó frente a la pantalla y trató de encender la computadora. Pero no importa cuántos botones presionara, nada parecía funcionar. Se sintió frustrada y triste al pensar que nunca podría aprender a usar su nueva computadora.

Un día, mientras paseaba por el parque con su abuela, vio a un grupo de niños jugando en sus teléfonos y tabletas electrónicas. Roberta se acercó curiosa para ver qué estaban haciendo. Uno de los niños notó su interés y le preguntó: "¿Tú también tienes un dispositivo electrónico?".

Roberta asintió tímidamente, "Sí, tengo una computadora... pero no sé cómo usarla". Los niños se miraron entre sí con sorpresa e incredulidad. "¡No te preocupes!", dijo uno de ellos. "Yo puedo enseñarte lo básico para empezar".

Así comenzaron las clases particulares de informática para Roberta. Al principio todo parecía muy complicado, pero poco a poco fue aprendiendo cosas nuevas: cómo navegar por Internet, cómo enviar correos electrónicos y hasta cómo hacer dibujos en Paint.

Pero cuando creyó que ya lo sabía todo sobre su ordenador, algo extraño ocurrió: un virus infectó la máquina y borró todos sus archivos importantes.

Roberta estaba devastada al darse cuenta de que había perdido todo lo que había trabajado tan duro para crear en la computadora. "¿Qué voy a hacer ahora?", se preguntó. Pero entonces recordó algo que uno de los niños le había enseñado: cómo hacer una copia de seguridad.

Así que, sin pensarlo dos veces, conectó un disco duro externo y guardó allí todo lo importante. Después de esa experiencia, Roberta aprendió la importancia de estar preparada para cualquier eventualidad. Y también entendió que siempre hay alguien dispuesto a ayudar si se necesita.

Desde entonces, Roberta se convirtió en una experta en tecnología y comenzó a enseñarle a su abuela cómo usar su teléfono celular. Además, hizo muchos amigos nuevos gracias a sus habilidades informáticas.

Y así fue como Roberta descubrió el maravilloso mundo digital y todas las posibilidades que ofrece la tecnología.

FIN.

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