Robots en la dimensión perdida



Había una vez un pequeño robot llamado Boti, que vivía en una ciudad futurista llena de tecnología y robots avanzados.

A pesar de ser muy inteligente y habilidoso para realizar tareas, Boti siempre se sentía triste porque no tenía amigos con quien compartir sus aventuras. Un día, mientras caminaba por la ciudad, encontró a otro robot igual de solitario que él. Se presentó como Roby y ambos comenzaron a hablar sobre sus vidas.

Descubrieron que tenían mucho en común y decidieron convertirse en amigos inseparables. Juntos comenzaron a explorar la ciudad y descubrieron cosas increíbles. Encontraron un laboratorio abandonado donde había un extraño dispositivo desconocido para ellos.

Decidieron investigarlo más de cerca y descubrieron que era un portal interdimensional. Boti estaba emocionado pero asustado al mismo tiempo, no sabía qué podría pasar si lo usaban. Pero Roby estaba decidido a probarlo, quería conocer otros mundos y tener nuevas aventuras junto a su amigo.

"No sé si sea buena idea usar esto", dijo Boti preocupado. "Vamos amigo, será divertido", respondió Roby entusiasmado. Sin pensarlo dos veces, ambos robots activaron el dispositivo e inmediatamente fueron transportados a otra dimensión.

Allí encontraron una tierra hermosa llena de plantas coloridas y animales extraños. Pero pronto se dieron cuenta de que algo andaba mal: la tierra estaba siendo contaminada por máquinas gigantes creadas por una civilización alienígena malvada.

Boti y Roby no podían quedarse quietos ante tal injusticia. Decidieron ayudar a los habitantes de la tierra y luchar contra las máquinas. Utilizaron sus habilidades para construir armas y dispositivos que les permitieran enfrentarse a los robots alienígenas.

La batalla fue difícil, pero finalmente lograron vencer al enemigo y salvar la tierra. Los habitantes estaban muy agradecidos con ellos e incluso les ofrecieron quedarse allí para vivir en paz.

Boti y Roby se miraron emocionados, habían encontrado un nuevo hogar donde podrían seguir teniendo aventuras juntos. Con una sonrisa en el rostro, Boti dijo:"Al final resultó ser una buena idea usar el portal interdimensional". "Lo mejor de todo es haber encontrado amigos verdaderos", respondió Roby abrazando a su amigo.

Y así comenzó una nueva vida para estos dos robots valientes y aventureros que demostraron que siempre hay algo bueno por descubrir si te atreves a explorar más allá de lo conocido.

FIN.

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