Rocky, el perro amoroso
Había una vez un perro llamado Rocky, que era conocido en todo el vecindario por ser muy bravo y haber mordido a varias personas.
Nadie quería acercarse a él, y todos los niños del barrio tenían miedo de pasar cerca de su casa. Un día, llegó al barrio una nueva familia con una niña llamada Sofía. Ella era muy curiosa y le preguntó a su mamá por qué nadie se acercaba al perro de la casa de enfrente.
"Es porque es un perro peligroso", respondió su mamá. Sofía no podía entender cómo alguien podría ser tan malo como para hacer daño a otras personas.
Decidió averiguar más sobre el perro y hablar con sus dueños para ver si podían ayudar a cambiar su comportamiento.
Luego de varios días observando desde lejos, Sofía notó que el problema no era sólo el perro sino que sus dueños lo trataban mal y lo mantenían encerrado todo el día sin sacarlo a pasear ni jugar con él. "¿Por qué mantienen al perro así?", preguntó Sofía cuando se encontró con los dueños del animal en la calle. "Es porque es muy bravo", respondieron ellos encogiéndose de hombros.
Sofia les explicó que eso no justificaba tratarlo mal y les sugirió algunas formas para educarlo adecuadamente. Aunque al principio los dueños estaban reacios, finalmente aceptaron la ayuda de Sofía y comenzaron a trabajar en mejorar la conducta del animal.
Con paciencia y dedicación, Rocky comenzó a cambiar poco a poco. Los vecinos empezaron a notar que ya no ladraba tanto, y aunque todavía estaba un poco asustado, comenzó a dejar que algunos niños se acercaran a él.
Sofía se convirtió en la mejor amiga de Rocky. Le llevaba galletas y juguetes para jugar con él. Pronto, otros niños del barrio comenzaron a hacer lo mismo y Rocky se volvió más sociable y cariñoso.
Un día, una niña del vecindario se cayó de su bicicleta justo frente a la casa de Rocky. El perro corrió hacia ella pero en vez de morderla como hubiera hecho antes, le lamió la cara y comenzó a moverle el rabo felizmente.
Los vecinos quedaron sorprendidos por el cambio en Rocky. Sofía había logrado algo increíble: ayudar al perro bravo a cambiar su comportamiento y convertirse en un animal amoroso.
Desde ese día, todos los niños del barrio querían ser amigos de Rocky. Y gracias al esfuerzo y dedicación de Sofía, el perro peligroso se convirtió en el amigo más fiel que alguien pudiera tener.
FIN.