Rocky, el perro guitarrista



Había una vez un perro llamado Rocky que vivía en un pequeño pueblo. Rocky era un perro muy especial, ya que tenía unas orejas mágicas que parecían humanas y podían escuchar absolutamente todo lo que sucedía a su alrededor.

Un día, mientras Rocky paseaba por el parque del pueblo, escuchó a unos niños hablando sobre sus sueños y metas en la vida. Uno de ellos dijo: "Cuando sea grande, quiero ser astronauta y explorar el espacio".

Estas palabras resonaron en las orejas de Rocky y despertaron algo dentro de él. Desde ese momento, Rocky decidió que quería ayudar a los demás a alcanzar sus sueños.

Así que se convirtió en el confidente del pueblo, escuchando los deseos más profundos de cada persona. Una tarde soleada, mientras Rocky descansaba bajo un árbol cercano al lago, escuchó a Carlos, un niño tímido y reservado decir: "Me encantaría aprender a tocar la guitarra, pero tengo miedo de intentarlo".

Sin pensarlo dos veces, el valiente perro se acercó corriendo hacia Carlos. "¡Hola Carlos! He oído tu deseo de aprender a tocar la guitarra", dijo Rocky emocionado.

Carlos miró sorprendido al perro parlante y preguntó: "¿En serio me has entendido?"Rocky asintió con entusiasmo y explicó cómo había desarrollado esta increíble habilidad gracias a sus orejas mágicas. A partir de ese momento, todos los días después del colegio, Rock

FIN.

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