Rocky en el campo



Había una vez un perro llamado Rocky que vivía en la ciudad. Siempre soñaba con correr libremente por el campo, donde pudiera perseguir mariposas y jugar todo el día.

Un día, su dueño, Martín, decidió llevarlo de vacaciones al campo para cumplir ese sueño. Cuando llegaron al campo, Rocky no podía contener su emoción. Saltaba de alegría y corría sin parar por los vastos campos verdes.

Martín se sentó en un viejo tronco de árbol a disfrutar del paisaje mientras Rocky exploraba. De repente, Rocky vio algo brillante entre las flores y decidió acercarse a investigar. ¡Era una pequeña tortuga! La tortuga le sonrió y dijo: "¡Hola, amigo perro! ¿Quieres jugar conmigo?".

Rocky estaba emocionado por tener un nuevo amigo. Juntos corrieron por el campo persiguiendo mariposas y jugando a atraparse mutuamente. Pasaban horas divirtiéndose sin parar.

Un día, mientras jugaban cerca de un río cristalino, la tortuga notó que Rocky parecía triste. Se acercó a él y preguntó qué le pasaba. —"Tortuguita" , suspiró Rocky "Me encanta estar aquí contigo en el campo, pero extraño mucho a Martín".

La tortuga entendió que aunque amaba su nueva vida en el campo junto a sus amigos animales, también extrañaba la compañía de su dueño humano. Decidieron buscar una solución juntos. Después de pensarlo detenidamente, la tortuga tuvo una idea brillante.

Le propuso a Rocky que escribiera una carta a Martín, contándole lo feliz que era en el campo pero también lo mucho que lo extrañaba. Rocky aceptó la idea y se puso a trabajar de inmediato.

Con ayuda de sus amigos animales, escribió una hermosa carta llena de amor y gratitud hacia su dueño. La tortuga se ofreció para llevarla hasta la ciudad. Cuando Martín recibió la carta, no pudo contener las lágrimas de emoción al leer las palabras sinceras de Rocky.

Sabía que su amigo animal estaba disfrutando su tiempo en el campo, pero no sabía cuánto lo extrañaba. Martín decidió hacerle una sorpresa a Rocky y visitarlo en el campo. Cuando llegó, los dos amigos se abrazaron con alegría y pasaron un tiempo maravilloso juntos.

Desde ese día, Rocky aprendió que es posible tener más de un hogar y más de una familia. Aprendió a valorar tanto su vida en el campo como su vida en la ciudad junto a Martín.

Y así, Rocky siguió viviendo aventuras emocionantes en el campo mientras mantenía siempre cerca a su amado Martín. Juntos descubrieron que cuando hay amor y comprensión entre humanos y animales, todo es posible. Fin

FIN.

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