Rodrigo y la langosta espinosa



Rodrigo era un niño curioso y amante del mar. Cuando descubrió a la langosta espinosa en el arrecife, quedó fascinado por su belleza y curiosidad.

Cada noche, se sumergía en el agua cristalina para encontrarse con su amiga, quien se alimentaba de algas y caracoles. Juntos, exploraban el arrecife y Rodrigo aprendía sobre la importancia de proteger el ecosistema marino. Un día, un pescador capturó accidentalmente a la langosta espinosa, pero Rodrigo, con valentía, convenció al pescador de liberarla.

Su acción inspiró a la comunidad a cuidar de la vida marina. Desde entonces, Rodrigo y la langosta espinosa continuaron su amistad, recordando siempre la importancia de conservar el océano y sus habitantes.

FIN.

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