Roiser y el enigma de las burbujas mágicas
Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Roiser que siempre estaba buscando nuevas formas de estimular su mente.
Un día, mientras paseaba por el bosque, Roiser encontró una extraña botella con una etiqueta que decía: 'Burbujas mágicas: desafía tu mente'. Sin dudarlo, Roiser abrió la botella y de repente, un sinfín de burbujas coloridas empezaron a salir de ella. Cada burbuja tenía un enigma o acertijo que debía resolver para que desapareciera.
Roiser, emocionado por este nuevo desafío, se propuso resolver todos los enigmas. - ¡Vaya, esto es increíble! - exclamó Roiser, mientras observaba las burbujas flotando en el aire. Decidió comenzar con la primera burbuja que decía: 'Si me miras, no existo; si me nombras, desaparezco.
¿Qué soy?' Roiser pensó por un momento y finalmente respondió: 'El silencio'. La burbuja estalló en un destello de luz y desapareció. Animado por su éxito, Roiser continuó resolviendo cada enigma mientras las burbujas estallaban una por una.
A medida que avanzaba, su mente se agudizaba y su espíritu se fortalecía. Después de un arduo trabajo, finalmente Roiser resolvió el último enigma y las burbujas desaparecieron por completo.
Roiser se sintió orgulloso de su logro y comprendió que desafiar su mente con nuevos enigmas y acertijos era una manera emocionante de aprender y crecer. Desde ese día, Roiser se convirtió en un maestro en resolver enigmas y siempre buscaba nuevos desafíos para su mente inquieta.
FIN.