Roky y la granja del polen




En una granja encantada, vivía Roky, un simpático insecto que adoraba a todos los animales que habitaban en ella. Roky no era como los demás insectos, él no picaba a los animalitos, los cuidaba y protegía, ya que para él eran su familia. A diferencia de otros insectos, Roky se alimentaba del dulce polen de las flores.

Un día, llegó una noticia preocupante a la granja del polen: una sequía estaba acechando la región y las flores comenzaban a marchitarse. Los animalitos de la granja estaban inquietos, ya que no sabían cómo podrían sobrevivir sin el alimento que las flores les proporcionaban. Roky, con su espíritu valiente y compasivo, decidió buscar una solución.

Uniendo fuerzas con sus amigos animales, Roky ideó un plan para salvar a la granja. "Sabemos que las flores necesitan agua para crecer, pero con la sequía no pueden obtenerla", explicó Roky a sus amigos. "¡Si logramos encontrar el manantial oculto en el bosque, podremos traer agua hasta las flores y salvarlas!". La idea emocionó a todos los animales, quienes se dispusieron a ayudar a Roky en su misión.

Juntos emprendieron un viaje lleno de aventuras por el bosque. Se encontraron con cascadas, cuevas misteriosas y animales salvajes que les advertían de los peligros del bosque, pero nada los detenía en su determinación por salvar a la granja. Finalmente, luego de superar obstáculos y trabajar en equipo, encontraron el manantial escondido.

Los animales ingeniosamente construyeron un sistema de canaletas para llevar el agua hasta la granja. Roky y sus amigos no descansaron hasta que todas las flores estuvieron nuevamente hermosas y revitalizadas. La granja estaba salvada gracias a la valentía y el ingenio de Roky y sus amigos.

Desde ese día, Roky y los animales vivieron felices, sabiendo que juntos podían superar cualquier desafío. Y Roky, con su ejemplo, enseñó que el amor, la amistad y el trabajo en equipo siempre serían la clave para lograr grandes cosas.

FIN.

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