Roque, el gato aventurero



Roque era un gato muy divertido y juguetón. Siempre estaba buscando nuevas aventuras y travesuras para hacer. Un día, mientras exploraba el vecindario, Roque se encontró con un grupo de niños que estaban jugando en un parque cercano.

Roque se acercó a los niños y comenzó a jugar con ellos. Saltaba por encima de los columpios, corría detrás de la pelota y hacía piruetas en el aire.

Los niños se divirtieron mucho con Roque y él estaba feliz de haber encontrado nuevos amigos. Pero pronto, Roque comenzó a ser demasiado travieso. Empezó a saltar sobre las mesas del picnic y a trepar árboles altos donde no podía bajar solo.

Los niños intentaron detenerlo, pero Roque era demasiado rápido para ellos. Un día, mientras jugaba cerca de una calle muy transitada, Roque vio algo interesante al otro lado del camino y corrió hacia allí sin mirar si venían coches o no.

Por suerte, uno de los niños lo alcanzó justo a tiempo antes de que fuera atropellado por un auto. "¡Roque! ¿Qué te pasa? ¡Casi te matas!"- dijo el niño preocupado mientras abrazaba al gato.

Roque se sintió mal por haber asustado tanto al niño y decidió cambiar su comportamiento. Se dio cuenta de que ser travieso no siempre era bueno e incluso podría poner en peligro su vida o la vida de otros.

Desde ese día en adelante, Roque todavía era juguetón pero aprendió a ser más cuidadoso con sus travesuras. Jugaba con los niños en el parque, pero nunca volvía a trepar árboles demasiado altos o acercarse a la calle.

Los niños se dieron cuenta de que Roque había cambiado y lo trataron con más cariño y respeto. Y Roque también aprendió algo importante: que ser un amigo leal y cuidadoso es mucho más valioso que ser simplemente travieso.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!
1