Rosa y la Traca del Amor
Érase una vez en un hermoso bosque en Argentina, una capibara llamada Rosa. Rosa era una capibara muy especial: le encantaba hacer amigos y siempre tenía una sonrisa en su rostro. Su mayor sueño era viajar a otros países y conocer nuevas culturas. Un día, mientras exploraba cerca del río, escuchó unos ruidos extraños. Se acercó y se encontró con una colorida traca, un pequeño dispositivo que, al encenderse, lanzaba fuegos artificiales y creaba hermosas formas en el cielo.
"¡Hola! ¿Quién está ahí?" - preguntó Rosa, emocionada mientras miraba las luces danzantes.
De repente, un pequeño ratón con un sombrero de fiesta apareció.
"¡Hola! Soy Ratel, y esta es la traca del amor. Cada vez que alguien la utiliza, crea fuegos artificiales que representan los buenos sentimientos que compartimos con los demás." - dijo Ratel, mientras movía su cola con alegría.
"¡Eso suena increíble!" - exclamó Rosa. "¿Puedo ayudarte a encenderla?"
"Por supuesto, pero necesitamos encontrar un motivo especial. Algo que represente el amor entre amigos. ¿Qué te parece la idea de hacer un festival en el bosque?" - sugirió Ratel emocionado.
Rosa asintió con entusiasmo y comenzaron a planear. Se llenaron de energía y empezaron a invitar a todos los animales del bosque: las tortugas, los patos, incluso a los pájaros del aire. El gran día llegó y Rosa se subió a una roca para hablarle a todos.
"Amigos, hoy estamos aquí para celebrar la amistad y el amor que compartimos. Vamos a encender la traca del amor y llenar el cielo de colores y alegría. ¡Asegurémonos de que sea un evento inolvidable!" - dijo Rosa vibrante de entusiasmo.
Cuando encendieron la traca, el cielo se llenó de luces. Los estallidos de colores se reflejaban en los ojos de los animales que aplaudían y reían con cada explosión. Pero de repente, un viento fuerte sopló, y una nube oscura apareció. La traca voló lejos, aterrizando en el bosque de al lado, donde vivía un grupo de animales que no conocían la amistad como ellos.
"¡Oh no! La traca se fue muy lejos!" - dijo Ratel, preocupado.
"No podemos dejar que se la lleve el viento. ¡Vamos a buscarla!" - respondió Rosa, llena de determinación.
Juntos se aventuraron al bosque vecino, donde encontraron a los animales que miraban con curiosidad la traca. Había un lobo, una serpiente y un búho, quienes no parecían tener muchos amigos. Estaban asustados al ver a los nuevos visitantes.
"¿Qué quieren aquí?" - gruñó el lobo.
"Venimos a buscar nuestra traca del amor. Queremos compartir la alegría con ustedes. ¿No les gustaría participar?" - explicó Rosa con dulzura.
Al escuchar eso, el búho se acercó un poco más y dijo:
"Nadie nos ha invitado a celebraciones antes. No sabemos qué es eso de la amistad."
Rosa sonrió y les dijo:
"La amistad es algo hermoso. Significa cuidar a los demás, reír juntos y compartir momentos especiales. ¡Prueben a unirse a nosotros!"
Los nuevos animales dudaron al principio, pero al ver la felicidad de Rosa y Ratel, decidieron darle una oportunidad. Juntos regresaron al bosque, donde todos los animales esperaban ansiosos.
Con la traca ya encendida, el cielo brilló aún más fuerte mientras todos se abrazaban y se reían. Aquella reunión se convirtió en un festival de sonrisas, música y color. Al finalizar la noche, todos los animales, viejos y nuevos, compartieron historias y risas.
"Nosotros queremos hacer parte de esto. ¡De ahora en adelante también seremos sus amigos!" - dijo el lobo emocionado.
"Y nosotros queremos aprender más sobre la amistad y cómo hacer más celebraciones juntos!" - agregó la serpiente.
Así fue como el bosque se llenó de alegría, con Rosa la capibara como la protagonista de un cuento que nunca terminaría, donde la amistad y el amor se celebraban cada día. Y desde esa noche, la traca del amor se convirtió en un símbolo de unidad, y los animales se prometieron cuidar y celebrar juntos en cada oportunidad.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
FIN.