Rosita y el Bosque de los Secretos
Rosita era una joven valiente y trabajadora que había dejado su país en busca de nuevas oportunidades en tierras extranjeras.
Desde muy temprano se levantaba cada día para limpiar, cocinar y cuidar la casa de una familia adinerada en el país del norte. Un día, mientras Rosita estaba limpiando el desván de la casa, encontró una vieja caja llena de libros polvorientos. Intrigada, decidió abrir uno de los libros y comenzó a hojearlo.
De repente, una luz brillante salió del libro y envolvió a Rosita. Cuando la luz se disipó, se dio cuenta de que había sido transportada a un mundo mágico y maravilloso.
-¡Wow! ¡Qué lugar tan increíble! -exclamó Rosita mientras miraba a su alrededor maravillada. En ese mundo fantástico, conoció a criaturas mágicas como hadas, duendes y unicornios que la recibieron con alegría.
Le explicaron que había sido elegida para cumplir una importante misión: salvar al Bosque Encantado de la oscuridad que lo amenazaba. -¿Cómo puedo ayudar? -preguntó Rosita con determinación. -Las fuerzas oscuras están tratando de extinguir la magia del bosque. Necesitamos tu valentía y bondad para derrotarlas -le dijo el hada líder. Rosita aceptó el desafío sin dudarlo.
Recorrió valientemente el Bosque Encantado enfrentando peligros y resolviendo acertijos. Con ingenio y coraje logró vencer a las fuerzas oscuras una por una, devolviendo así la paz al bosque.
Finalmente, cuando la misión estuvo cumplida, el hada líder le dijo:-Gracias, Rosita. Tu valentía y generosidad han salvado nuestro hogar. Como recompensa, te concedemos un deseo.
Sin vacilar ni un segundo, Rosita pidió regresar al mundo real para seguir adelante con su vida como emigrante trabajadora en el país del norte. Al instante se encontraba nuevamente en el desván de la casa donde trabajaba. Desde ese día, Rosita siguió desempeñando sus labores con aún más entusiasmo y gratitud por todo lo que tenía.
Siempre recordaría su aventura en el Bosque Encantado como un recordatorio de que no importa cuán difícil sea la situación, siempre hay esperanza si uno tiene coraje y bondad en su corazón. Y así vivió feliz para siempre.
FIN.