Rosita y el desafío del lobo astuto
En un pequeño pueblo rodeado de bosques frondosos, vivía una caperucita roja muy especial. Su nombre era Rosita, y lo que más amaba en el mundo eran a su madre Margarita y a su abuela Susana.
Ellas le habían enseñado desde pequeña el valor de la familia, la bondad y la importancia de ayudar a los demás.
Un día, mientras caminaba por el bosque para llevarle una canasta con comida a su abuelita enferma, se encontró con un lobo astuto que intentó engañarla. Pero Rosita, con su corazón puro y sus ojos brillantes, no se dejó intimidar. "¡Hola, querida caperucita! ¿A dónde vas tan apurada?" -preguntó el lobo con voz melosa.
Rosita recordó las palabras sabias de su abuela Susana sobre no fiarse de extraños y respondió con cautela: "Voy a visitar a mi abuelita que está enferma. Tengo prisa". El lobo sonrió maliciosamente y pensó en cómo podría aprovecharse de la situación.
Decidió tenderle una trampa a la inocente caperucita para llegar antes a la casa de la abuela. "Oh, pobre niña. El camino hasta la casa de tu abuela es largo y peligroso.
Déjame acompañarte para protegerte", sugirió el lobo fingiendo preocupación. Pero Rosita no se dejó engañar por las palabras del lobo. Recordando las enseñanzas de su madre Margarita sobre ser valiente y confiar en sí misma, decidió seguir sola su camino sin temor.
Mientras tanto, el lobo corrió velozmente hacia la casa de la abuela y golpeó la puerta con fuerza. La pobre anciana creyendo que era su nieta quien llegaba tan rápido, abrió sin sospechar nada.
Al ver al feroz lobo frente a ella, gritó asustada pero mantuvo la calma recordando las historias que le contaba a Rosita sobre enfrentar los miedos más grandes con valentía. "¡Abuelita! ¡Soy yo, Rosita! ¡No abras!" -gritaba Rosita desde afuera al escuchar los ruidos dentro de la casa.
El ingenioso animal había tomado el lugar de la dulce anciana e intentaba confundir a Rosita para atraparla también. Pero nuestra valiente caperucita no se dio por vencida.
Con astucia e inteligencia logró entrar sigilosamente por una ventana lateral donde sorprendió al lobo justo cuando estaba por atacarla.
Con un grito fuerte llamando al bosque entero como testigo detuvo al intruso salvando así tanto a su querida abuelita como demostrándose así misma cuánto podía lograr si confiara en sus instintosFinalmente llegaron juntas hasta donde estaba realmente esperándolas Mamá Margarta quien había salido en busca del Lobo tras notarlo ausente inmediatamente después del incidenteDesde ese día en adelante comprendieron aún mejor lo importante que era mantenerse siempre unidas apoyándose mutuamente ante cualquier adversidad porque solo juntas podrían superarlo todoY así vivieron felices para siempre disfrutando cada momento compartido lleno amor compañerismo fortaleza.
Fin
FIN.