Rosita y el valiente Botines



Rosita era una niña morena de 7 años, con largos rizos que bailaban al compás del viento. Sin embargo, había algo que le preocupaba: las avispas. Desde que una de ellas le había picado en el parque, sentía un miedo profundo cada vez que veía una. Pero, afortunadamente, tenía a su valiente amigo Botines, un hermoso gato negro, que estaba decidido a ayudarla.

Una cálida tarde de primavera, Rosita estaba jugando en el jardín cuando una inesperada visita interrumpió su diversión. Una gran avispa comenzó a revolotear cerca de ella, y en un instante, Rosita se paralizó de miedo. Botines, que la observaba desde el quincho, se acercó maullando con determinación. -¿Qué pasa, Rosita? -preguntó con curiosidad.

-¡Oh, Botines! ¡Una avispa! -exclamó Rosita con los ojos llenos de temor. -Me picó una vez y duele mucho. No quiero que vuelva a pasarme.

Botines, con una mirada serena, respondió: -Tranquila, amiga. Las avispas pueden parecer aterradoras, pero si te alejas con calma, no te harán daño. Ven, te mostraré.

Asombrada, Rosita observó cómo Botines se acercaba a la avispa sin temor alguno, y con un salto ágil, la espantaba. -¿Ves, Rosita? No son tan malas como parece. Y si te mantienes tranquila y no las molestas, ellas tampoco te molestarán a ti -explicó Botines con sabiduría. Rosita, asombrada por la valentía de su amigo, comenzó a entender que tal vez las avispas no eran tan aterradoras como pensaba.

Desde ese día, Botines se convirtió en el compañero inseparable de Rosita, enseñándole con paciencia y cariño que el miedo no era más fuerte que su valentía. Juntos, exploraban el jardín, observando las avispas desde lejos y aprendiendo a respetarlas sin temerles. Con el tiempo, Rosita se dio cuenta de que había superado su miedo, gracias a su amigo animal que siempre estaba a su lado para recordarle que no estaba sola.

Así, Rosita descubrió que el coraje no siempre viene en un envase grande y ruidoso, a veces viene en forma de suave ronroneo y pelaje negro. Y con Botines como su valiente maestro, aprendió que enfrentar los miedos con amor y comprensión puede convertirlos en simples desafíos que puede superar con valentía.

FIN.

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