Rosita y la Magia de Ser Ella misma
En un pequeño pueblo llamado Villa Dulzura vivía una niña llamada Rosita, a quien le encantaban las frutas y los dulces. Rosita era muy curiosa y siempre estaba dispuesta a explorar nuevos lugares y descubrir cosas emocionantes.
Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, se acercó a ella un hada mágica llamada Estrellita.
Estrellita tenía una misión muy importante: ayudar a Rosita a descubrir sus datos personales para que pudiera estar segura en caso de cualquier emergencia. "Hola, querida Rosita", dijo Estrellita con voz suave. "He venido para ayudarte a conocer tus datos personales, como tu nombre completo, dirección y número de teléfono". Rosita se quedó pensativa por un momento.
Nunca antes había pensado en esas cosas. Ella solo sabía que le gustaban las frutas y los dulces, pero no conocía información tan importante sobre sí misma. "¿Mis datos personales? ¿Qué son esos?" preguntó Rosita con curiosidad.
Estrellita explicó pacientemente la importancia de saber quién eres y cómo comunicarte con tus seres queridos en caso de necesidad. Rosita asintió comprendiendo la importancia de la información que le estaba enseñando el hada mágica.
"Pero no te preocupes", continuó Estrellita con una sonrisa brillante. "Voy a ayudarte a recordar tus datos personales de una manera divertida". Así comenzaron juntas un emocionante viaje por Villa Dulzura, recorriendo cada rincón del pueblo mientras iban descubriendo pistas sobre los datos personales de Rosita.
Encontraron su dirección al buscar su casa entre todas las demás casitas coloridas del lugar; recordaron su nombre completo al verlo escrito en la escuela; e incluso descubrieron su número de teléfono al buscarlo en la guía telefónica del abuelo.
Con cada pista encontrada, Rosita se sentía más segura y feliz de poder conocerse mejor a sí misma. Y gracias a la ayuda de Estrellita, ahora sabía qué hacer si alguna vez se perdía o necesitaba ayuda.
Al final del día, cuando el sol comenzaba a ponerse en Villa Dulzura, Rosita abrazó cariñosamente al hada mágica. "¡Gracias por enseñarme algo tan importante! Ahora sé quién soy yo", exclamó emocionada.
Estrellita sonrió orgullosa y desapareció entre destellos brillantes dejando atrás una estela llena de magia y aprendizaje para Rosita.
Desde ese día, nuestra pequeña protagonista nunca olvidaría sus datos personales y llevaría consigo el conocimiento adquirido junto al hada mágica como uno de los tesoros más valiosos que pudo haber encontrado en su aventura por Villa Dulzura.
FIN.