Rousy y el animalito herido
Rousy era una niña curiosa y amante de la naturaleza. Su pasión por los animales la había llevado a pedir como regalo de cumpleaños una visita al zoológico.
Con mucha emoción, sus papás cumplieron su deseo y la llevaron a vivir una jornada inolvidable. Al llegar, los ojos de Rousy brillaban al ver a los distintos animales, pero su felicidad se vio interrumpida cuando notó que uno de ellos parecía estar herido.
Sin dudarlo un segundo, corrió hacia un cuidador para informarle lo sucedido. - ¡Señor, el pobre animal está herido! ¡Hay que hacer algo! - exclamó Rousy con preocupación. El cuidador, sorprendido por la perspicacia de la niña, la escuchó atentamente y se apresuró a verificar la situación.
Tras una rápida revisión, confirmaron que el animal necesitaba asistencia. Rousy se mantuvo cerca, observando con atención cada paso que daban los cuidadores para ayudar al animal. Finalmente, el equipo logró curarlo y devolverlo a su recinto.
Rousy se sintió aliviada y orgullosa de haber ayudado. Desde ese día, su amor por la naturaleza creció aún más, aprendiendo la importancia de cuidar a los seres vivos y de actuar con prontitud ante una situación de emergencia.
FIN.