Roxana y la igualdad en Villa Esperanza



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, donde vivía una niña llamada Roxana. Roxana era muy inteligente y siempre sacaba las mejores notas en la escuela.

Sin embargo, en su casa los roles de género eran bastante tradicionales. Su mamá se encargaba de las tareas del hogar y siempre le pedía ayuda a Roxana en lugar de a sus hermanos.

Un día, mientras Roxana ayudaba a su mamá a cocinar el almuerzo, se puso a reflexionar sobre la situación. Sabía que tanto ella como sus hermanos eran capaces de hacer cualquier tarea del hogar si se lo proponían. Decidió entonces hablar con su mamá al respecto.

"Mamá, ¿por qué siempre me pides ayuda a mí para las tareas del hogar y no también a mis hermanos?" -preguntó Roxana con curiosidad. La mamá de Roxana se detuvo por un momento y miró a su hija con sorpresa.

Nunca antes se había cuestionado esa dinámica en casa. "Bueno, hija, es solo que tú eres tan inteligente y responsable que confío en ti para ayudarme"- respondió la mamá, sin darse cuenta del mensaje que estaba transmitiendo.

Roxana entendió entonces que su mamá simplemente había caído en un patrón sin cuestionarlo. Decidió tomar cartas en el asunto para promover la igualdad de género dentro de su hogar.

Esa misma tarde, durante la merienda familiar, Roxana propuso un juego nuevo: cada miembro de la familia tendría asignada una tarea diferente para realizar durante toda la semana. No importaba si eran chicos o chicas; todos debían colaborar por igual en las labores del hogar.

Al principio hubo algunas resistencias por parte de sus hermanos y hasta de su mamá, pero poco a poco fueron viendo los beneficios de trabajar juntos como equipo sin importar el género.

Con el paso de los días, todos aprendieron nuevas habilidades y valoraron el esfuerzo mutuo para mantener la armonía en casa. Incluso descubrieron que podían divertirse mientras trabajaban juntos. Finalmente, llegó el día en que cada miembro de la familia tenía claro que todos eran capaces de hacer cualquier tarea sin importar si eran chicos o chicas.

La igualdad de género se había convertido en algo natural para ellos gracias a la iniciativa y determinación de Roxana.

Desde ese día en adelante, Villa Esperanza fue conocida por ser un lugar donde reinaba no solo la inteligencia y responsabilidad como las características principales sino también donde todos colaboraban juntos independientemente del género para lograr un ambiente familiar equilibrado y feliz.

FIN.

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