Roxanne en la sabana
Había una vez una tigresa llamada Roxanne, que a sus 13 años decidió salir a pasear por el bosque. Sin darse cuenta, se adentró tanto que terminó en la sabana, un lugar desconocido y un poco intimidante para ella. Roxanne se sentía perdida y asustada, sin saber qué hacer.
Mientras deambulaba por la sabana, encontró un extraño tomate azul. Aunque estaba un poco asustada por su color, el hambre la venció y decidió probarlo. Para su sorpresa, al comerlo, Roxanne se puso morada. No sabía si aquello era bueno o malo, pero al menos le dejó algo para recordar.
A medida que avanzaba, se dio cuenta de que no tenía suficientes recursos para sobrevivir en ese nuevo lugar. Sin embargo, su espíritu valiente y curioso no se quebró. Decidió buscar ayuda, pero al ser una tigresa tímida, no sabía a quién acudir.
En su búsqueda, Roxanne conoció a Simba, un león mayor y sabio que vivía en la sabana. Sorprendentemente, Simba no la rechazó, sino que la acogió con amabilidad y paciencia. Le enseñó a encontrar agua, cazar y reconocer las plantas comestibles. Roxanne, con determinación, siguió cada consejo de Simba.
Con el tiempo, la valiente tigresa aprendió a arreglárselas por sí misma en la sabana. Se hizo amiga de muchos animales y se convirtió en una cazadora excepcional. Su encuentro con el tomate azul le mostró que, a pesar de los desafíos, siempre hay sorpresas mágicas en el mundo.
Roxanne se convirtió en una inspiración para otros animales al demostrar que con valentía, perseverancia y ayuda de otros, se pueden superar los obstáculos más grandes. Y aunque extrañaba su hogar, encontró un nuevo lugar donde pertenecer y ser feliz.
FIN.