Roxi y el Meteorito Valiente
En un pequeño y colorido vecindario de Buenos Aires, vivía una gatita llamada Roxi. Ella era conocida por su elegante porte y su brillante pelaje, de un hermoso tono gris azulado que relucía al sol. A pesar de ser una gatita tranquila y cariñosa, siempre estaba atenta a lo que sucedía a su alrededor.
Un día, mientras Roxi descansaba apoyada en su ventana favorita, notó algo raro en el cielo. Un gran meteorito se acercaba a la Tierra, y parecía que iba a caer justo en el centro de su vecindario. Roxi no pudo evitar sentir un pequeño estremecimiento en su suave colita.
"¡Oh, no! ¿Qué haremos?" -pensó para sí misma, mirando a todos sus amigos que estaban jugando en el parque.
Con valentía, Roxi decidió que debía hacer algo. Ella sabía que no podía salvar el mundo sola. Corrió hacia el parque y saltó con gracia frente a sus amigos.
"¡Amigos!" -maulló con voz firme"Tenemos que unirnos para detener ese meteorito. Si no hacemos algo pronto, nuestro hogar estará en peligro."
Los demás animales del parque, los patitos, Perrocho el perro y hasta las ardillas, se miraron entre sí un poco confundidos.
"Pero, Roxi, somos solo unos pequeños animales. ¿Qué podemos hacer contra un meteorito?" -dijo Perrocho, moviendo la cola nerviosamente.
" Tal vez no seamos grandes, pero juntos somos fuertes. ¡Necesitamos un plan!" -respondió Roxi mientras comenzaba a pensar en cómo podrían ayudar.
Mientras todos pensaban, una viejecita del vecindario, Doña Rosa, se acercó por esa misma calle con su guitarra. Ella había escuchado la charla y preguntó intrigada:
"¿Qué sucede, mis pequeños?"
"¡Un meteorito viene hacia nosotros!" -gritó Roxi"¡Hay que hacer algo!"
"No se preocupen, yo tengo una idea. ¿Qué tal si hacemos una canción y la tocamos fuerte? Tal vez el sonido pueda hacer que el meteorito cambie de rumbo."
Los amigos de Roxi se miraron con incertidumbre, pero la idea de Doña Rosa era creativa. Así que se pusieron manos a la obra. Todos juntaron diversos instrumentos que encontraron en sus casas: las ardillas trajeron castañuelas, el pato el silbido, y Roxi con su armoniosa voz se encargó de cantar y motivar a todos.
El día comenzó a caer, y la sombra del meteorito se acercaba rápidamente. Pero no dejaron que eso los detuviera. Con todos los animales y Doña Rosa al frente, comenzaron a tocar su canción:
"¡Ven a todos a reunirnos! ¡Esta música es para vos! ¡Un meteorito no nos podrá vencer con nuestro amor y valor! ¡La tierra es nuestra casa y hay que protegerla de verdad!"
El sonido resonó por todo el vecindario. Los árboles comenzaron a introducir sus ramas en armonía, como si bailaran al compás de la canción. Al instante, el meteorito, al escuchar la melodía, comenzó a cambiar su dirección. Todos los animales, asombrados, miraron cómo el gran meteorito se desvió y pasó volando por encima del vecindario, iluminando el cielo nocturno.
"¡Lo hicimos!" -gritó Roxi con alegría"Cada uno aportó su granito de arena y juntos logramos salvar nuestro hogar."
Al finalizar la canción, todos aplaudieron y celebraron. Roxi, siendo una pequeña gatita elegante, había aprendido el verdadero poder de la unión y la amistad.
"¡Nunca subestimen lo que podemos lograr juntos!" -finalizó Roxi, dándose un baño elegante, mientras todos se reían y festejaban.
Desde ese día, el vecindario siempre celebraba la "Fiesta de la Música Valiente", recordando cómo una gatita tranquila, con un poco de ayuda y mucha música, había salvado su hogar. Roxi nunca dejó de ser elegante, cariñosa y tranquila, pero ahora también era una heroína en los corazones de todos sus amigos.
FIN.