Rubí y el guardián del bosque
En un bosque encantado lleno de árboles gigantes y flores brillantes vivía una niña llamada Rubí. Rubí era valiente, curiosa y siempre estaba lista para ayudar a los demás.
Un día, mientras exploraba el bosque, se encontró con un malvado ogro que había estado causando problemas en la región. El ogro era grande, feo y muy malhumorado. Siempre asustaba a los animales del bosque y les robaba la comida.
Cuando vio a Rubí, el ogro decidió capturarla y llevarla a su cueva para tenerla como prisionera. Rubí, sin embargo, no se asustó.
En lugar de eso, decidió hablarle al ogro con amabilidad:- ¡Hola señor ogro! ¿Por qué haces cosas malas? Seguro que puedes encontrar una mejor manera de divertirte en el bosque. El ogro se sorprendió por la actitud positiva de Rubí. Nadie antes le había hablado con tanto respeto.
Intrigado por la valentía de la niña, el ogro decidió escuchar lo que tenía que decir. - ¿De verdad crees que puedo divertirme de otra forma? - preguntó el ogro con curiosidad. - ¡Claro! Podrías ayudarnos en el bosque en vez de asustarnos.
Hay tantas cosas maravillosas por descubrir y cuidar aquí afuera -respondió Rubí con entusiasmo. El ogro reflexionó sobre las palabras de Rubí y finalmente decidió darle una oportunidad a esa nueva idea.
Comenzaron juntos a limpiar el bosque, plantar árboles nuevos y reparar lo que él había dañado antes. Con el tiempo, el ogro se convirtió en un amigo leal para Rubí y todos los habitantes del bosque. Ya no era más malvado; ahora era conocido como "el guardián del bosque".
Los animales lo apreciaban y los niños jugaban felices bajo su protección. Rubí enseñó al ogro sobre la importancia de ser amable y solidario con los demás. A cambio, él le enseñó sobre la fuerza interior necesaria para cambiar incluso las situaciones más difíciles.
Así fue como gracias a la valentía y bondad de Rubí, un malvado ogro se transformó en un protector amoroso del bosque encantado donde todos vivían en armonía y felicidad para siempre jamás.
FIN.