Rufino, el chanchito valiente
Había una vez en un hermoso bosque, un chanchito de tierra llamado Rufino. Rufino era muy asustadizo y miedoso, tanto que se sobresaltaba con el más mínimo ruido y se escondía al menor movimiento.
Un día, mientras caminaba por el bosque, Rufino escuchó un ruido extraño detrás de unos arbustos. Su corazón empezó a latir con fuerza y su cuerpo temblaba de miedo. Sin embargo, decidió armarse de valor y acercarse para ver qué era.
Al llegar allí, descubrió a un pequeño zorrito atrapado entre las ramas de un árbol caído. El zorrito lloraba desconsoladamente pidiendo ayuda. Rufino sintió compasión por él a pesar de su miedo, y decidió ayudarlo.
"Tranquilo amiguito zorrito, no temas, te sacaré de ahí"- dijo Rufino con voz temblorosa pero decidida. Con mucho esfuerzo y valentía, logró liberar al zorrito y llevarlo sano y salvo a su madriguera.
El zorrito le agradeció con lágrimas en los ojos y prometió ser siempre su amigo. A partir de ese día, Rufino ya no se sentía tan asustadizo como antes. Haber enfrentado su miedo para ayudar a alguien le dio la confianza que necesitaba para superarlo.
Poco tiempo después, una fuerte tormenta azotó el bosque dejando a varios animales sin hogar. Rufino recordó lo valiente que fue al salvar al zorrito y decidió ayudar a sus amigos del bosque construyendo refugios temporales para protegerlos de la lluvia.
"¡Rufino! ¡Gracias por tu valentía y generosidad!"- exclamaron todos los animales del bosque emocionados por la solidaridad del chanchito de tierra.
Desde ese día en adelante, Rufino ya no era conocido como el chanchito asustadizo, sino como el chanchito valiente y solidario que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Y así, entre risas y abrazos, Rufino aprendió que enfrentando sus miedos podía lograr grandes cosas y hacer del mundo un lugar mejor para todos los que habitaban en él.
FIN.