Rufino y la lección de solidaridad



Había una vez en una granja en la provincia de Buenos Aires, un chancho llamado Rufino. Rufino era un chancho muy especial, ya que no le gustaba para nada compartir con los demás animales de la granja.

Siempre que alguien se acercaba a él para pedirle algo, gruñía y se alejaba rápidamente. Un día, la vaca Margarita estaba pasando por un momento difícil. No había suficiente pasto en el campo y tenía mucha hambre.

Se acercó a Rufino y le dijo: "Rufino, ¿podrías prestarme un poco de tu comida? Estoy muy débil y necesito alimentarme". Pero Rufino respondió con su clásico gruñido y se negó a compartir su comida con ella.

Margarita, aunque triste por la respuesta de Rufino, decidió no rendirse. Sabía que debía encontrar una solución para ayudar a todos los animales de la granja, incluido el egoísta chancho. Entonces ideó un plan junto con el resto de los animales.

Al día siguiente, cuando llegó la hora de comer, Margarita reunió a todos los animales alrededor del comedero de Rufino. "-Amigos -dijo Margarita-, hoy vamos a demostrarle a Rufino lo importante que es compartir.

" Los animales asintieron emocionados y comenzaron a trabajar juntos. La gallina Carlota picoteó algunas semillas y las compartió con el pato Renato. El caballo Ramón ofreció zanahorias al burro Pancho. Todos los animales colaboraban entre sí mientras Rufino observaba sorprendido desde lejos.

Finalmente, llegó el turno de Rufino para participar en esta nueva dinámica de compartir. Margarita se acercó amablemente y le dijo: "-Rufino, te invitamos a unirte a nosotros y compartir tu comida con tus amigos.

" Al principio Rufino dudaba, pero luego recordó cómo sus compañeros habían colaborado entre ellos sin esperar nada a cambio. Rufino decidió darle una oportunidad al compartir y lentamente empezó a repartir su comida entre los demás animales.

Para su sorpresa, sintió una gran alegría al ver las sonrisas en sus rostros y cómo todos disfrutaban juntos de la comida. Desde ese día en adelante, Rufino aprendió lo gratificante que podía ser compartir con los demás.

Se convirtió en un chancho generoso y solidario que siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos cuando lo necesitaban.

Y así, gracias al esfuerzo conjunto de todos los animales de la granja y la lección aprendida por parte de Rufino, lograron crear un ambiente armonioso donde la solidaridad y el compañerismo reinaban cada día.

FIN.

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