Sabila Aceptación


Había una vez en un hermoso jardín, una planta de sábila llamada Sabila Alegría. A diferencia de las demás plantas, Sabila Alegría siempre se veía triste y apagada.

Sus hojas no brillaban como las de las otras plantas y su tallo estaba siempre inclinado hacia abajo. Un día, llegó al jardín una mariposa muy curiosa llamada Marcela.

Al ver a Sabila Alegría tan triste, se acercó a ella y le preguntó: "¿Por qué estás tan triste, querida Sabila?". "Soy diferente a las demás plantas y eso me entristece", respondió Sabila Alegría con voz suave.

Marcela la miró tiernamente y le dijo: "No importa si eres diferente, cada ser en este mundo es único y especial a su manera. Debes aprender a aceptarte tal como eres y encontrar la belleza en tu singularidad". Sabila Alegría reflexionó sobre las palabras de Marcela y decidió hacer un cambio en su forma de pensar.

Comenzó a cuidar más de sí misma, regando sus raíces con amor y nutriéndose del sol para fortalecerse. Poco a poco, Sabila Alegría comenzó a notar cambios en ella misma.

Sus hojas empezaron a brillar con intensidad, su tallo se enderezaba hacia el cielo y un aura de alegría la rodeaba. Las demás plantas del jardín quedaron sorprendidas al ver la transformación de Sabila Alegría. La admiraban por haber encontrado la felicidad dentro de sí misma.

"¡Qué hermosa estás ahora, Sabila!", exclamaron las demás plantas. Sabila Alegría sonrió radiante y les dijo: "Gracias por su apoyo. He aprendido que la verdadera alegría viene desde adentro, aceptándonos tal como somos".

Desde ese día, Sabila Alegría se convirtió en la planta más feliz y radiante del jardín. Inspiraba a todos los seres vivos que pasaban por ahí con su mensaje de amor propio y aceptación.

Y así, gracias a la sabiduría de Marcela, Sabila Alegría encontró la verdadera felicidad dentro de sí misma y enseñó al resto del jardín que cada uno es especial a su manera.

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