Saltando en Familia



En un pequeño pueblo rodeado de árboles frondosos y pájaros cantarines vivía Marcos, un niño de 6 años que adoraba saltar.

Desde que salía el sol hasta que se escondía detrás de las montañas, Marcos no paraba de brincar y reír sin parar. Su risa resonaba por todas partes y contagiaba a todos los habitantes del lugar. Pero a pesar de la alegría que Marcos irradiaba, sus padres se encontraban preocupados.

Siempre veían a su hijo absorto en el celular o frente a la televisión, apenas les dirigía la palabra y rara vez les ofrecía un abrazo cariñoso. Esto entristecía mucho a sus padres, quienes anhelaban compartir momentos especiales con él.

Una mañana soleada, mientras Marcos saltaba en el jardín trasero de su casa, una mariposa se posó delicadamente en su hombro. Sorprendido por tan hermosa visita, Marcos detuvo su juego y observó maravillado las alas coloridas del insecto.

La mariposa parecía querer contarle algo al oído. "Hola, ¿quiénes son tus amigos?" -preguntó curioso Marcos a la mariposa. La mariposa revoloteó alrededor de él antes de responder: "Soy Maribel, la mensajera de la naturaleza.

He venido para recordarte lo importante que es conectar con tu familia". Marcos escuchó atentamente las palabras de Maribel y reflexionó sobre su relación con sus padres. Decidió dejar por un momento el celular y la televisión para acercarse a ellos y compartir tiempo juntos.

Esa misma tarde, Marcos invitó a sus padres a dar un paseo por el bosque cercano. Mientras caminaban entre los árboles altos y escuchaban el canto de los pájaros, Marcos les contaba historias divertidas e interesantes.

Sus padres no podían creer lo emocionante que era escuchar a su hijo hablar con tanta pasión. Al llegar a una clara del bosque, Marcos propuso jugar al escondite.

Sus padres aceptaron encantados y se divirtieron como nunca buscando al travieso niño entre los árboles y arbustos. Después del juego, sentados en el césped bajo la luz dorada del atardecer, Marcos abrazó fuertemente a sus padres y les dijo: "Gracias por ser mis mejores amigos".

Sus padres sintieron una emoción indescriptible al escuchar esas palabras sinceras salir de boca de su pequeño hijo.

Desde ese día, Marcos aprendió que más allá de las pantallas brillantes había un mundo lleno de aventuras junto a las personas que más quería en este mundo: su familia. Y así fue como Marcos descubrió que saltar era divertido; pero saltar hacia el corazón de quienes amamos era aún más emocionante. Juntos compartieron risas, abrazos y momentos inolvidables que fortalecieron el vínculo familiar para siempre.

FIN.

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