¡Saltando hacia la felicidad!
Marieta era una niña muy coqueta a la que le encantaba jugar y divertirse. Un día, decidió ir a un parque de camas elásticas para saltar y reír sin parar.
Pero, desafortunadamente, algo inesperado sucedió: Marieta se rompió el fémur. Fue llevada rápidamente al hospital, donde los médicos decidieron operarla. Después de la cirugía, Marieta se despertó con un gran yeso blanco en su pierna.
Aunque estaba triste porque no podía salir del hospital y quería estar en casa con su familia, sabía que tenía que ser fuerte y valiente. Unos días más tarde, Marieta recibió una visita especial en el hospital: su abuela llegó con una caja llena de colores brillantes y pegatinas divertidas.
La abuela le explicó que iban a decorar el yeso para hacerlo único y especial. Marieta se emocionó mucho al pensar en todas las posibilidades de decoración para su yeso.
Junto a su abuela, comenzaron a dibujar flores coloridas, estrellas brillantes y corazones llenos de amor. Cada día añadían nuevos detalles al yeso hasta convertirlo en una verdadera obra de arte.
Mientras tanto, Marieta también recibió visitas de sus amigos del colegio quienes venían cargados con regalos sorpresa: libros para leer durante su recuperación e incluso juegos de mesa para jugar desde la cama.
"¡Hola Marieta! ¡Traje este libro sobre aventuras mágicas! Seguro te entretendrá mientras te recuperas", dijo Sofi mientras le entregaba un libro lleno de ilustraciones divertidas. "¡Gracias Sofi! Me encantan los libros y estoy segura de que este me llevará a lugares increíbles", respondió Marieta emocionada. Marieta se dio cuenta de lo afortunada que era por tener amigos tan maravillosos y una familia amorosa.
A pesar de estar en el hospital, nunca se sintió sola ni aburrida gracias a ellos.
Un día, mientras Marieta estaba decorando su yeso con brillantina y purpurina, llegó la noticia que todos estaban esperando: ¡iba a poder irse a casa! Los médicos estaban sorprendidos por lo rápido que se recuperaba y le dieron permiso para continuar su rehabilitación desde la comodidad de su hogar.
Cuando llegó a casa, toda su familia estaba allí para recibirla con globos, serpentinas y una gran sonrisa. Marieta mostró orgullosa su yeso decorado, explicándoles cómo cada detalle tenía un significado especial para ella. "¡Qué hermoso te quedó el yeso, Marieta!", exclamó su mamá mientras la abrazaba fuerte.
"Eres una niña muy creativa". "Sí mamá, pero también aprendí algo importante durante esta experiencia", dijo Marieta seriamente. "A veces las cosas no salen como uno espera, pero siempre podemos encontrar formas de ser felices y hacerle frente a los desafíos".
Marieta entendió que aunque había pasado por momentos difíciles durante su lesión, siempre había tenido el apoyo incondicional de sus seres queridos. Además, descubrió que podía encontrar alegría incluso en las situaciones más complicadas si mantenía una actitud positiva y creativa.
Con el paso del tiempo, Marieta se recuperó completamente de su lesión y volvió a ser la niña llena de energía y alegría que siempre había sido.
Pero esta experiencia le enseñó una lección valiosa que llevaría consigo para siempre: nunca rendirse, encontrar la belleza en las dificultades y valorar el amor y apoyo de aquellos que nos rodean.
Y así, Marieta siguió adelante con una sonrisa en su rostro, lista para enfrentar cualquier desafío que la vida le presentara.
FIN.