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y compañeros. Todos los días, después de la escuela, Malena se apresuraba a ponerse su ropa deportiva y corría hacia el club con una sonrisa en su rostro.

En el club, Malena practicaba diferentes deportes como fútbol, básquetbol y natación. Era muy habilidosa y siempre se destacaba en cada disciplina. Sus profesores la felicitaban por su esfuerzo y dedicación. Un día, mientras Malena estaba jugando al fútbol con sus amigos del club, algo extraño ocurrió.

De repente, comenzó a sentir un dolor agudo en su pierna derecha. Intentó ignorarlo al principio, pero el dolor se volvió cada vez más intenso. Malena decidió ir a ver al médico para averiguar qué le estaba pasando.

Después de hacerle algunas pruebas y radiografías, el médico le dijo que tenía una pequeña lesión en su pierna debido a un mal movimiento durante uno de los partidos de fútbol. La noticia fue devastadora para Malena.

Estaba triste porque sabía que tendría que dejar de jugar deportes por un tiempo hasta que se recuperara completamente. Cuando regresó al club para contarles a sus amigos y profesores sobre su lesión, todos se mostraron preocupados por ella.

Su profesor favorito, el entrenador Martín, le dio ánimos diciendo: "Malena, sé que estás triste ahora mismo, pero recuerda que esta lesión es solo temporal. Te recuperarás pronto y volverás más fuerte".

Malena asintió con tristeza pero decidió seguir adelante con una actitud positiva. En lugar de quedarse en casa sintiéndose mal, decidió apoyar a sus amigos del club desde las gradas. Los animaba y los alentaba durante los partidos.

Un día, mientras Malena estaba viendo un partido de básquetbol, notó que uno de sus amigos estaba teniendo dificultades para atrapar el balón. El entrenador Martín también se dio cuenta y le pidió a Malena que se pusiera su uniforme y lo reemplazara por un tiempo.

Malena estaba emocionada pero también nerviosa porque no había jugado básquetbol antes. Sin embargo, recordando las palabras de su entrenador, decidió aceptar el desafío. Durante ese partido, Malena demostró una habilidad sorprendente en el básquetbol.

Se movía rápidamente por la cancha y anotaba puntos con facilidad. Todos quedaron asombrados por su talento natural en este deporte. A partir de ese momento, Malena descubrió una nueva pasión: el básquetbol. Comenzó a practicarlo regularmente junto con los demás deportes que amaba.

Aunque aún extrañaba jugar fútbol, encontró consuelo sabiendo que había encontrado otro deporte en el cual destacarse. Con el tiempo, la lesión de Malena sanó por completo y pudo volver a jugar fútbol sin problemas.

Ahora tenía dos pasiones: el fútbol y el básquetbol. La historia de Malena es un recordatorio importante de que aunque enfrentemos obstáculos o desafíos en la vida, siempre podemos encontrar nuevas oportunidades para crecer y aprender.

No importa qué tan difícil sea la situación, si mantenemos una actitud positiva y abierta, siempre podemos encontrar una forma de superar las dificultades y descubrir nuevas habilidades y pasiones.

Y así fue como Malena se convirtió en una niña valiente y perseverante que nunca dejó de seguir sus sueños.

FIN.

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