Saltarina y la amistad verdadera



Había una vez, en un pequeño estanque en el bosque, vivía una rana llamada Saltarina. Era muy feliz saltando de hoja en hoja y comiendo mosquitos.

Un día, mientras estaba disfrutando del sol de la tarde, escuchó unos risueños cantos que venían desde afuera del estanque. Intrigada por los sonidos, Saltarina se asomó cuidadosamente para ver lo que estaba sucediendo. Vio a dos niñas jugando y cantando juntas cerca del borde del estanque.

Una era rubia con ojos azules brillantes, y la otra tenía cabello oscuro y ojos marrones cálidos. Ambas eran hermosas y parecían tan felices como ella misma. Saltarina decidió acercarse a las chicas para saludarlas.

"¡Hola! Soy Saltarina", dijo con una sonrisa amistosa. Las niñas se sorprendieron al escuchar a la rana hablarles pero luego respondieron: "¡Hola! Somos Happy and Beautiful". "¿Por qué te llamas así?", preguntó Saltarina curiosa.

"Porque siempre queremos ser felices y encontrar la belleza en todo lo que nos rodea", respondió Happy. Saltarina pensó que eso era algo maravilloso e inspirador para vivir la vida. "¿Quieres jugar con nosotros?", preguntó Beautiful. Saltarina aceptó encantada porque le encantaba conocer nuevos amigos y divertirse.

Las tres comenzaron a jugar juntas saltando entre las hojas del lirio acuático cercano al estanque. De repente, Happy gritó: "¡Miren, hay un sapo en el estanque!"Saltarina y Beautiful se acercaron para ver al sapo.

Era grande y feo, pero parecía triste. "¿Qué te pasa?", preguntó Saltarina. "Nadie quiere jugar conmigo porque soy diferente", respondió el sapo con tristeza. Las tres amigas sintieron compasión por él y decidieron invitarlo a jugar también.

Al principio, el sapo estaba un poco tímido y torpe pero después de algunos saltos comenzó a divertirse como nunca antes lo había hecho. La tarde pasó volando mientras los cuatro amigos jugaban juntos.

Saltarina aprendió que la verdadera belleza no está solo en la apariencia sino también en las acciones bondadosas de las personas.

Happy and Beautiful enseñaron a Saltarina la importancia de buscar siempre la felicidad incluso en situaciones difíciles, mientras que el sapo aprendió que ser diferente no significa estar solo o ser menos valioso. Finalmente, cuando llegó el momento para cada uno regresar a sus hogares, prometieron reunirse nuevamente para jugar juntos en el estanque otro día.

Desde aquel día en adelante, Saltarina se sintió aún más feliz y hermosa porque tenía nuevos amigos maravillosos con quienes compartir su vida.

Y todos ellos aprendieron una valiosa lección sobre aceptación y amistad genuina: Que no importa si eres alto o bajo, delgado o gordon; lo importante es tener un corazón bondadoso y estar dispuesto a hacer nuevos amigos.

FIN.

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