Saltos Mágicos



Había una vez un niño llamado Jeremy, quien estaba pasando por un momento difícil. Tenía tos y le dolía la barriga de manera constante. Sus padres, preocupados por su salud, lo llevaron al doctor para que lo examinara.

El doctor, un hombre amable con una bata blanca y gafas redondas, escuchó atentamente los síntomas de Jeremy. Después de unos minutos de examinarlo, el doctor pronunció unas palabras inesperadas: "Jeremy, tienes una rana en tu barriga".

Jeremy se sorprendió al escuchar esto y miró a sus padres con ojos llenos de asombro.

¿Una rana en su barriga? ¿Cómo era eso posible? El doctor explicó que esta rana era especial; cada vez que saltaba, hacía que Jeremy también saltara sin control. Desde ese día, Jeremy comenzó a experimentar algo mágico. Cada vez que la rana saltaba dentro de él, sentía cómo su cuerpo se elevaba en el aire como si estuviera flotando.

Saltaba tan alto que podía tocar las nubes del cielo. Un día mientras saltaba tan alto como siempre, Jeremy vio algo brillante entre las nubes. Era un arcoíris resplandeciente que parecía extenderse hasta el infinito.

Fascinado por su belleza y colores vibrantes, decidió seguirlo. Saltando más alto y más rápido que nunca antes había hecho, Jeremy siguió el arcoíris hasta llegar a un lugar mágico llamado País del Arcoíris. Allí encontró mariposas multicolores volando libremente y flores radiantes en cada esquina.

En el País del Arcoíris, Jeremy conoció a un grupo de niños y niñas que también tenían ranas en sus barrigas. Juntos, aprendieron a controlar sus saltos y descubrieron que cada vez que saltaban, podían hacer cosas increíbles.

Un día, mientras exploraba el País del Arcoíris, Jeremy encontró una biblioteca llena de libros maravillosos. Allí conoció a la señora Librosita, una simpática bibliotecaria que le ofreció un libro especial sobre cómo controlar su rana interior.

Jeremy pasó horas leyendo y aprendiendo diferentes técnicas para manejar los saltos de su rana. Descubrió que al respirar profundamente y concentrarse en pensamientos positivos, podía calmarla y controlarla mejor.

Con el tiempo, Jeremy se convirtió en un verdadero experto en controlar su rana interior. Ya no saltaba sin parar; ahora lo hacía cuando quería o necesitaba hacerlo. Aprendió a utilizar su habilidad para ayudar a otros niños con ranas similares.

El País del Arcoíris se convirtió en un lugar donde todos los niños con ranas interiores podían venir a aprender juntos. La señora Librosita organizaba talleres divertidos donde enseñaba las técnicas de control de salto más efectivas.

Jeremy se dio cuenta de que tener una rana en la barriga no era tan malo después de todo. Aprendió a verlo como algo especial y único que lo hacía diferente a los demás niños.

Su experiencia lo ayudó a entender que todos tenemos nuestras propias peculiaridades y talentos especiales. Y así fue como Jeremy transformó algo aparentemente negativo en algo positivo. Su rana interior ya no lo hacía saltar sin control, sino que se convirtió en un símbolo de su valentía y determinación para superar cualquier obstáculo.

Desde aquel día, Jeremy continuó saltando por el País del Arcoíris, ayudando a otros niños a controlar sus ranas interiores y descubrir el poder que tenían dentro de ellos mismos.

Juntos, crearon un mundo lleno de alegría, amistad y magia. Y así termina la historia de Jeremy y su rana en la barriga.

Una historia llena de aprendizajes sobre aceptarse a uno mismo, encontrar fortalezas en nuestras diferencias y nunca dejar que nada nos detenga para alcanzar nuestros sueños más altos.

FIN.

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