Salvando el lago



Había una vez en la hermosa ciudad de Buenos Aires, dos pajaritos llamados Titi y Isha. Titi era un pequeño canario amarillo muy alegre, siempre cantando melodías dulces y animando a todos los demás pájaros del parque.

Isha, por otro lado, era una preciosa cotorra verde con plumas brillantes que le encantaba imitar los sonidos de su entorno. Un día soleado, mientras Titi estaba volando cerca del río, escuchó un canto diferente al suyo.

Era el canto de Isha. Quedó maravillado con la voz tan única que tenía y decidió seguirla para conocer a ese pájaro especial.

Cuando finalmente encontró a Isha en lo alto de un árbol, quedó impresionado por su belleza y sus habilidades para imitar sonidos como el timbre de una bicicleta o el ladrido de un perro. Titi se acercó tímidamente y dijo: "¡Hola! Soy Titi, ¿y tú?". Isha respondió emocionada: "¡Mucho gusto, soy Isha! Me encanta tu canto".

Desde ese momento, Titi e Isha se hicieron inseparables. Pasaban todo el tiempo juntos volando por el parque y explorando nuevos lugares.

Juntos descubrieron rincones secretos llenos de flores coloridas y compartieron momentos divertidos jugando entre las ramas de los árboles. Pero un día, mientras volaban cerca del lago del parque, vieron algo triste: había basura flotando en el agua y esto causaba daño a los patitos que vivían allí.

Titi y Isha se miraron con preocupación y decidieron hacer algo al respecto. "¡Tenemos que ayudar a los patitos, Isha!" dijo Titi determinado. Isha asintió y juntos buscaron a los demás pájaros del parque para pedirles ayuda.

Les explicaron la situación y todos se unieron en una misión de limpieza del lago. Con sus picos agarraban pedacitos de basura y los depositaban en una bolsa grande que habían encontrado. Después de mucho esfuerzo, el lago quedó limpio nuevamente.

Los patitos pudieron nadar libremente sin peligro alguno. Todos los pájaros celebraron su éxito con un concierto especial en honor a la naturaleza. Titi e Isha, felices por haber ayudado, volvieron a su nido satisfechos de haber hecho una diferencia en su hogar.

A partir de ese día, se dieron cuenta de lo importante que era cuidar el medio ambiente y prometieron seguir trabajando juntos para mantenerlo limpio y seguro para todos los animales.

La historia de amor entre Titi e Isha no solamente era sobre ellos dos, sino también sobre el amor por la naturaleza y cómo cada uno puede marcar la diferencia si trabaja junto a otros.

FIN.

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