Sam y el pollito salvador
Había una vez una niña llamada Sam, que vivía en una linda casa con sus papás Christian y Alexandra.
Sam era una niña muy especial: a sus cortos 1 año de edad, ya demostraba ser superinteligente, agradable, extrovertida, hermosa y simpática. Además, tenía una mascota adorable llamada Rocco, un perro juguetón que siempre estaba a su lado. A Sam le encantaban los peluches y tenía toda una colección en su habitación.
Pero lo que más le gustaba eran los pollitos; cada vez que veía uno, sus ojos brillaban de emoción y no podía contener la risa. Un día soleado, mientras Sam jugaba en el jardín con Rocco, vio algo moverse entre las flores.
Se acercó curiosa y descubrió un pequeño pollito amarillo que parecía perdido. Sin dudarlo un segundo, lo tomó entre sus manos con cuidado y lo llevó corriendo hacia su mamá. "¡Mamá! ¡Mira lo que encontré! ¿Podemos cuidarlo?".
Sam miraba a su mamá con ojitos tiernos y esperanzados. Alexandra sonrió al ver la escena y le explicó a Sam que los pollitos necesitaban estar con su mamá para crecer sanos y felices.
Así que decidieron buscar juntas el nido del pequeño pollito para devolverlo junto a su familia. Sam y Alexandra recorrieron el jardín buscando pistas hasta encontrar finalmente el nido escondido bajo un arbusto.
Con mucho cuidado, colocaron al pollito de vuelta junto a sus hermanitos y mamá gallina. "¡Mira Sam! Ahora el pollito está feliz de nuevo con su familia", dijo Alexandra mientras acariciaba la cabecita de Sam.
Sam sonrió radiante por haber ayudado al pequeño pollito y aprendió una valiosa lección sobre la importancia de cuidar a los animales y respetar la naturaleza. Desde ese día, cada vez que veía un pollito correteando por el jardín, Sam recordaba aquella aventura emocionante junto a su mamá.
Y así siguió creciendo esta niña tan especial, rodeada de amor, alegría e inquietudes por descubrir el mundo que la rodeaba.
Y colorín colorado este cuento ha terminado pero la historia de Sam apenas comienza llena de magia e inspiración para todos aquellos que tienen el corazón lleno de bondad como ella.
FIN.