Samuel y el parque Lego


Samuel siempre había sido un niño muy creativo, le encantaba construir cosas con sus propias manos y dejar volar su imaginación.

Un día, mientras jugaba con sus bloques de Lego en su habitación, tuvo una idea brillante: crear una ciudad entera hecha completamente de Legos. Sin embargo, Samuel sabía que necesitaba más bloques para llevar a cabo su proyecto.

Así que decidió hacer algo audaz: viajar desde Argentina hasta la fábrica de juguetes Lego en Estados Unidos para conseguir los bloques necesarios. Cuando llegó a la fábrica, Samuel estaba emocionado pero también un poco nervioso. Nunca había estado en un lugar tan grande y lleno de gente antes.

Pero no se dejó intimidar y fue directamente al área donde se fabricaban los bloques. - Hola -dijo Samuel a uno de los trabajadores-. Me llamo Samuel y soy un gran fanático de Lego. Quería saber si podrían ayudarme a conseguir algunos bloques para mi proyecto.

El trabajador sonrió y le preguntó qué tipo de proyecto era el que tenía en mente. Cuando Samuel le explicó lo que quería hacer, el hombre quedó impresionado. - Eso suena increíble -dijo-.

Déjame ver qué puedo hacer por ti. Después de unos minutos, el trabajador regresó con una enorme caja llena de bloques. Samuel no podía creer lo generoso que había sido ese hombre desconocido.

Gracias al apoyo del trabajador, Samuel comenzó a trabajar duro en su proyecto todos los días después del colegio. Construyendo edificios altos, puentes largos y calles anchas usando miles de piezas pequeñas. Pero un día, mientras trabajaba en su proyecto, Samuel se dio cuenta de que algo no estaba bien.

Había construido la ciudad entera sin dejar espacios para los parques y las áreas verdes. - ¿Qué voy a hacer ahora? -se preguntó.

Fue entonces cuando recordó algo que le había dicho su abuela: "Siempre debes ser creativo y encontrar soluciones ingeniosas a los problemas". Así que Samuel decidió tomar una de las calles más largas de la ciudad y convertirla en un gran parque central. Usando bloques verdes para crear árboles, arbustos y césped.

Cuando terminó su proyecto, Samuel estaba emocionado por lo que había logrado. Su ciudad hecha de Legos era increíblemente detallada y hermosa, con un gran espacio verde en el centro.

Y lo mejor de todo es que había aprendido una valiosa lección sobre cómo ser creativo e ingenioso al enfrentar desafíos. Desde entonces, Samuel ha seguido siendo un niño muy creativo e imaginativo. Siempre buscando maneras nuevas e interesantes de construir cosas con sus propias manos.

Y cada vez que alguien le pregunta cómo hizo esa hermosa ciudad hecha completamente de Legos, él responde con orgullo:- Fue gracias a mi imaginación y a algunas piezas pequeñas pero poderosas llamadas Lego!

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