Samva en la casa de Tucumán
Había una vez un niño llamado Samva, que vivía en una pequeña ciudad de Argentina. Un día, su escuela organizó una excursión a la famosa Casa Histórica de Tucumán.
Samva estaba emocionado por la idea de visitar un lugar tan lleno de historia. Cuando llegaron a la casa, el guía les contó sobre la Declaración de la Independencia y les mostró las habitaciones donde se llevó a cabo el importante evento.
Mientras Samva recorría los pasillos, se sintió inspirado por la valentía de aquellos que lucharon por la libertad de su país. De repente, vio un cuadro con la imagen de Juana Azurduy, una valiente heroína de la independencia.
La mirada determinada de Juana en el cuadro capturó la atención de Samva. Pasaron las horas y Samva se encontró pensando en cómo él también podía hacer la diferencia en su comunidad. Al regresar a casa, Samva le contó a su familia sobre su experiencia en la Casa Histórica.
Decidieron juntos buscar maneras de contribuir a su comunidad, como ayudar en un comedor para personas necesitadas, plantar árboles en el parque cercano y colaborar con juguetes para niños carenciados.
Samva descubrió que cada uno, sin importar su edad, tiene la capacidad de marcar la diferencia en su entorno. Desde ese día, Samva se convirtió en un pequeño héroe en su ciudad, inspirando a otros a unirse a él en su misión de hacer del mundo un lugar mejor.
FIN.