Santi y la banda del éxito
Había una vez un niño llamado Santi, quien se mudó a una nueva ciudad y entró a una nueva escuela. Desde que llegó, tenía un sueño muy grande: formar una banda musical con sus amigos y hacerse famosos.
Santi era un chico muy talentoso. Sabía tocar la guitarra y cantaba como los ángeles. Lo único que le faltaba era encontrar a otros niños con el mismo amor por la música.
Un día, durante el recreo, Santi se encontró con Juanito, un niño que también le gustaba mucho la música. "¡Hola! ¿Tú también te gusta la música?" preguntó emocionado Santi. - ¡Sí! Me encanta tocar la batería - respondió Juanito entusiasmado.
Desde ese momento, Santi y Juanito comenzaron a juntarse después de clases para practicar música juntos. Pero sabían que necesitaban más integrantes para formar una verdadera banda.
Una tarde, mientras caminaban por el parque en busca de nuevos miembros para su banda, conocieron a Sofía. Ella tocaba el piano de manera espectacular. Rápidamente se hicieron amigos y Sofía aceptó unirse al grupo. Ahora solo les faltaba encontrar a alguien que supiera tocar el bajo.
Pasaron varios días buscando sin éxito hasta que finalmente vieron a Lucas sentado en un banco del parque tocando su bajo eléctrico. No podían creerlo, ¡habían encontrado al último integrante perfecto! Después de presentarse e invitarlo a formar parte de su banda, Lucas aceptó emocionado.
Ahora sí estaban listos para empezar a ensayar y cumplir su sueño de hacerse famosos. Pero no todo sería tan fácil.
La directora de la escuela, la señorita Marta, les dijo que solo podrían ensayar en el salón de música si obtenían buenas calificaciones en todas sus asignaturas. Santi, Juanito, Sofía y Lucas sabían que debían esforzarse mucho en sus estudios para poder practicar juntos.
Así que se pusieron manos a la obra y comenzaron a ayudarse mutuamente con las tareas y los exámenes. El tiempo pasaba rápidamente y Santi y sus amigos lograban mantener buenas notas mientras ensayaban cada día después de clases. Poco a poco, su banda comenzó a sonar cada vez mejor.
Un día, recibieron una invitación para tocar en un festival musical local. Estaban emocionados pero también nerviosos. Sabían que tenían que dar lo mejor de sí mismos para impresionar al público.
Llegó el gran día del festival y Santi y su banda subieron al escenario con confianza. Tocaron todas sus canciones favoritas con tanto entusiasmo y energía que el público no podía dejar de aplaudirles. Cuando terminaron su presentación, todos los asistentes se pusieron de pie para ovacionarlos.
Habían logrado su objetivo: hacerse famosos gracias a su talento y dedicación. Desde ese momento, Santi y su banda siguieron tocando en distintos eventos musicales e incluso grabaron un disco juntos.
Pero nunca olvidaron lo importante que fue el estudio para alcanzar sus sueños. Así demostraron que con perseverancia, trabajo duro y apoyándose mutuamente, cualquier sueño puede hacerse realidad.
Y así, la banda de Santi se convirtió en un ejemplo de inspiración para todos los niños de la escuela. Y colorín colorado, esta historia musical y educacional ha terminado.
FIN.