Santino y la mariposa de colores
Había una vez en un pequeño pueblo rodeado de montañas y árboles frondosos, una familia muy especial. La mamá se llamaba Martina y el papá se llamaba Juan.
Ellos estaban esperando con mucha emoción la llegada de su bebé, Santino. Martina acariciaba su barriguita con ternura todas las noches antes de dormir, cantándole suavemente al bebé que crecía dentro de ella.
Juan preparaba la habitación del bebé con todo su amor, pintando las paredes de colores alegres y colocando juguetes tiernos por todos lados.
Un día, mientras Martina estaba en consulta médica para ver cómo estaba creciendo Santino en su pancita, el doctor les dio una noticia inesperada: "Martina, Juan", dijo el doctor con calma, "Santino trae consigo un regalo muy especial en su guatita". "¿Un regalo?", preguntó Martina sorprendida. "Sí", confirmó el doctor. "Es un regalo que solo los corazones puros pueden ver y apreciar".
Martina y Juan se miraron entre ellos con curiosidad y alegría. Estaban emocionados por descubrir qué sorpresa traía Santino consigo. Los días pasaron rápidamente hasta que finalmente llegó el momento tan esperado. Santino vino al mundo entre risas y lágrimas de felicidad.
Era un bebé hermoso con ojos brillantes y sonrisa radiante. "¡Bienvenido Santino!", exclamaron Martina y Juan emocionados mientras lo abrazaban con ternura. Pero entonces, algo mágico comenzó a ocurrir.
De repente, una luz cálida iluminó la habitación y un hada apareció frente a ellos. "Hola queridos", dijo el hada con voz melodiosa. "Yo soy el hada de los regalos especiales y he venido a revelarles el don único que posee Santino".
El hada extendió sus manos hacia Santino quien reía feliz en brazos de sus padres. De repente, una mariposa multicolor salió volando del pecho de Santino y revoloteó alrededor de la habitación dejando estelas brillantes a su paso.
"¡Qué maravilla!", exclamaron Martina y Juan asombrados por la belleza del regalo de Santino. El hada les explicó que la mariposa representaba la pureza del alma de Santino, su capacidad para llenar cada corazón con alegría y amor incondicional.
Les aseguró que siempre estarían protegidos por esta energía positiva que emanaba del pequeño ser. Desde ese día, la vida de Martina, Juan y Santino estuvo llena de magia y felicidad.
La mariposa multicolor los acompañaba a donde quiera que fueran, recordándoles el milagro del amor infinito que habita en cada uno de nosotros.
Y así, juntos como familia aprendieron a valorar las cosas simples pero preciosas de la vida: el amor sincero, la bondad hacia los demás y la importancia de tener siempre un corazón puro como el de Santino. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda ¡siempre lleva contigo tu propia mariposa multicolor!
FIN.