Sara la cazadora de estrellas

En un pequeño pueblo cercano a la montaña, vivía una niña llamada Sara. Sara siempre estaba mirando al cielo, fascinada por las estrellas y la luna.

Una noche, mientras observaba el cielo estrellado desde la ventana de su habitación, Sara decidió que quería atrapar una estrella. Con un brillo en sus ojos, se propuso convertirse en la cazadora de estrellas. "Mamá, papá, quiero atrapar una estrella. Quiero traer su luz a nuestro pueblo", anunció Sara con entusiasmo.

Sus padres sonrieron ante la ocurrencia de su hija, pero al ver la determinación en sus ojos, le dijeron: "Sara, atrapar una estrella no es algo fácil. Pero si estás decidida, te apoyaremos en tu aventura".

Con el apoyo de sus padres, Sara se preparó para su misión. Armada con una mochila llena de provisiones, una linterna y mucha determinación, partió hacia la montaña.

En su camino, se encontró con varios obstáculos y desafíos, pero cada vez que se sentía desanimada, recordaba el brillo de las estrellas en el cielo y recuperaba su energía. Después de un largo y agotador viaje, llegó a la cima de la montaña. Allí, esperó pacientemente hasta que la noche cubrió el cielo.

Entonces, extendió su mano y, con un salto, alcanzó una estrella fugaz. La sostuvo con cuidado, maravillada por su brillo y su calidez. Luego, con delicadeza, la guardó en un frasco especial que había traído consigo.

Con la estrella segura en su mochila, Sara emprendió el camino de regreso al pueblo. Al llegar, compartió su descubrimiento con todos, iluminando la vida de quienes la rodeaban. La luz de la estrella inspiró a otros a perseguir sus propios sueños.

A partir de ese día, Sara se convirtió en la heroína del pueblo, enseñando que, con determinación y valentía, los sueños más grandes pueden hacerse realidad.