Sara, la niña ejemplar


Había una vez una niña llamada Sara que no se podía portar muy bien. Siempre estaba metiéndose en problemas y haciendo travesuras en la escuela. A pesar de sus esfuerzos por comportarse, siempre terminaba metida en líos.

Un día, la maestra le dijo a Sara: "Sara, necesitas aprender a portarte mejor si quieres tener éxito en la vida". Sara asintió con la cabeza, pero en su interior pensaba que ser traviesa era mucho más divertido.

Un día, durante el recreo, Sara vio a unos niños jugando a la rayuela y decidió unirse a ellos.

Pero en lugar de lanzar la piedrita al cuadro correspondiente, ¡la lanzó hacia el techo del colegio! Todos los niños se quedaron sorprendidos y asustados. La directora del colegio llamó a los padres de Sara y les explicó lo sucedido. Ellos estaban muy preocupados y decidieron hablar seriamente con ella.

"Sara, sabemos que eres una niña muy inteligente y creativa, pero debes aprender a canalizar esa energía de forma positiva", le dijeron. Sara reflexionó sobre las palabras de sus padres y decidió hacer un cambio en su actitud.

Comenzó a prestar más atención en clase, a respetar las reglas del colegio y a ayudar a sus compañeros cuando lo necesitaban. Poco a poco, Sara fue cambiando su comportamiento y empezó a destacarse por sus buenas acciones.

La maestra notó su progreso y un día le dijo: "Sara, estoy muy orgullosa de ti. Has demostrado que puedes superarte y ser una gran persona". Desde ese día, Sara se convirtió en un ejemplo para todos en el colegio.

Aprendió que no siempre es divertido ser traviesa y que comportarse bien trae muchas recompensas. Y así, con esfuerzo y determinación, logró convertirse en la mejor versión de sí misma. Y colorín colorado este cuento ha terminado ¡Que vivan los niños buenos como Sara!

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