Sara, Santi y Sebas en busca de la capibara y el ayolote
Había una vez tres niños llamados Sara, Santi y Sebas. Ellos soñaban con tener una capibara y un ayolote como mascotas, así que un día decidieron ir en busca de sus sueños.
Con mucha emoción, se adentraron en la selva, armados con sus mochilas, comida y mucha energía. Después de un largo camino, divisaron a lo lejos un grupo de ayolotes jugando en la orilla de un arroyo.
-¡Miren, ayolotes! ¡Son hermosos! -exclamó Sara emocionada.
Los tres se acercaron con mucho cuidado para no asustar a los pequeños animales. Buscaron entre la vegetación y encontraron no uno, sino dos adorables ayolotes bebé.
-Vamos a cuidarlos y darles mucho amor. Serán nuestros amigos para siempre. -dijo Santi con una sonrisa radiante.
Después de abrazar a los ayolotes, continuaron su búsqueda. No tardaron en encontrar un grupo de capibaras, grandes roedores que se paseaban por la pradera.
-¡Miren esas capibaras! Son tan tiernas. Quiero una de mascota. -dijo Sebas entusiasmado.
Después de un rato, encontraron dos pequeñas capibaras, perfectas para llevar a casa. Los niños estaban felices y agradecidos con la naturaleza por regalarles la oportunidad de cuidar a estas adorables criaturas.
Con mucho cuidado, pusieron a los ayolotes y capibaras bebé en sus mochilas y emprendieron el regreso a casa. El camino de vuelta fue largo y agotador, pero los niños estaban muy felices.
Al llegar a casa, prepararon un espacio especial para sus nuevas mascotas. Investigaron todo lo necesario para cuidar de ellas, proporcionándoles alimento, un lugar seguro y cariño. Los animales se adaptaron rápidamente a su nuevo hogar y pronto se convirtieron en inseparables compañeros de juegos de los tres amigos.
Desde ese día, Sara, Santi y Sebas aprendieron la importancia de respetar a los animales, cuidar de ellos y brindarles amor. Juntos, vivieron aventuras maravillosas, siempre recordando que los sueños se hacen realidad cuando se persiguen con amor y dedicación.
FIN.