Sara y la caja mágica



Había una vez una niña llamada Sara. Era traviesa y extrovertida, siempre buscaba aventuras y le encantaba estar rodeada de animales.

Tenía un perro llamado Max y un gato llamado Tomás, con quienes pasaba la mayor parte de su tiempo. Sin embargo, había algo que preocupaba a Sara: tenía miedo de quedarse sola en casa. Cada vez que sus padres tenían que salir por un rato, ella se ponía muy nerviosa y no sabía qué hacer.

Sus padres intentaban calmarla diciéndole que no había nada de qué preocuparse, pero el temor seguía presente en su corazón. Un día, mientras jugaba en el jardín con Max y Tomás, vio algo brillante entre los arbustos.

Se acercó curiosa y descubrió un mapa antiguo. Estaba lleno de dibujos extraños y señalizaciones misteriosas. Sara decidió investigar más sobre ese mapa intrigante.

Pasó horas estudiándolo hasta que finalmente entendió lo que indicaban las marcas en él: llevaban hacia el bosque encantado. Intrigada por esta nueva aventura, Sara decidió seguir el mapa al día siguiente mientras sus padres estaban fuera. Confiaba en que Max y Tomás la acompañarían para protegerla.

Al llegar al bosque encantado, Sara se adentró valientemente en él siguiendo las indicaciones del mapa. Mientras caminaba entre los árboles altos y frondosos, comenzó a escuchar ruidos extraños a su alrededor. De repente, se encontró cara a cara con una familia de zorros.

Sara se asustó al principio, pero pronto se dio cuenta de que los zorros no eran peligrosos en absoluto. Eran amigables y juguetones. "¡Hola! ¿Qué hacen aquí?"- preguntó Sara emocionada.

Los zorros le explicaron que estaban buscando comida para sus cachorros y que el bosque encantado era su hogar. Le agradecieron a Sara por no tenerles miedo y por ser tan amable con ellos. Sara sonrió y les contó sobre su miedo a quedarse sola en casa.

Los zorros le dijeron que entendían cómo se sentía, pero que a veces es importante enfrentar nuestros miedos para descubrir cosas maravillosas. Inspirada por las palabras de los zorros, Sara decidió seguir adelante en su aventura.

Siguiendo las indicaciones del mapa, llegó a un hermoso lago rodeado de flores coloridas y pájaros cantando melodías dulces. Allí encontró una caja mágica con una nota dentro. La nota decía: "Querida Sara, esta caja contiene el poder para superar tus miedos.

Ábrela cuando te sientas lista". Sara tomó la caja con cuidado y volvió a casa junto a Max y Tomás. Cuando sus padres regresaron esa noche, ella les contó sobre su increíble aventura en el bosque encantado.

Después de cenar, Sara decidió abrir la caja mágica frente a todos. Dentro había un espejo especial que reflejaba la valentía de cada persona que lo miraba. Cuando Sara se miró en el espejo, vio a una niña valiente y decidida.

Se dio cuenta de que había enfrentado su miedo a quedarse sola al aventurarse en el bosque encantado y conocer nuevos amigos. Desde ese día en adelante, Sara ya no tenía miedo de quedarse sola en casa.

Sabía que la valentía estaba dentro de ella y que podía enfrentar cualquier desafío. Y así, Sara continuó teniendo aventuras con Max y Tomás, sin temer quedarse sola nunca más.

Aprendió que los miedos pueden superarse cuando nos atrevemos a explorar nuevas experiencias y confiar en nosotros mismos.

FIN.

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