Scotty, el perro que hace milagros
En una pequeña ciudad vivía un perro llamado Scotty, un labrador dorado con una habilidad especial: ¡podía hacer milagros! El animal amigo era conocido por todos los habitantes del lugar, quienes acudían a él en busca de ayuda.
Un día, la noticia sobre Scotty llegó a oídos de un niño llamado Martín, quien vivía en una casa humilde y soñaba con ser futbolista.
Martín había perdido la esperanza cuando se enteró de que no podría ir a un torneo importante por falta de dinero. Desesperado, decidió ir a buscar a Scotty. -¿Scotty, podrías hacer un milagro por mí? –le preguntó Martín, con temor a ser rechazado. El perro lo miró con ternura y asintió con la cabeza.
-¡Woof! ¡Woof! –ladró Scotty, indicándole a Martín que lo siguiera. El niño obedeció y juntos emprendieron un viaje hacia el torneo. En el camino, Scotty se detenía en distintos lugares y con sus poderes milagrosos ayudaba a quienes lo necesitaban.
Salvó a un gato atrapado en un árbol, encontró el anillo perdido de una abuela y animó a un niño triste que había perdido su cometa.
Finalmente, llegaron al torneo, pero Martín estaba triste al ver que todos los demás equipos tenían uniformes y él no. Scotty no dudó en actuar y, con un movimiento de cabeza y un ladrido, transformó unas viejas camisetas en uniformes relucientes para el equipo de Martín.
El niño y su perro ganaron el torneo y, desde ese día, Scotty se convirtió en una leyenda en la ciudad.
Martín nunca olvidó el milagro que aquel maravilloso perro le había concedido, y siempre recordó que los milagros suceden cuando menos lo esperamos, a través de la generosidad y el amor.
FIN.