Sebastián, el dragón de dos alas rojas



Había una vez en un lejano valle, un dragón llamado Sebastián. A diferencia de los demás dragones que tenían cuatro alas, Sebastián tenía solo dos, pero eran de un vibrante color rojo que resplandecía como el fuego.

A pesar de ser diferente, Sebastián era un dragón valiente y amable, y su singularidad lo hacía especial. Un día, el valle fue amenazado por un malvado brujo que quería apoderarse de todas las gemas mágicas que protegían la paz del lugar.

Ante esta situación, Sebastián decidió emprender un viaje para encontrar la única gema capaz de derrotar al brujo. En su travesía, conoció a una tortuga sabia llamada Donatello, quien le enseñó lecciones de valentía, determinación y amistad.

Juntos, enfrentaron desafíos y superaron obstáculos, demostrando que la verdadera fuerza reside en el corazón. Finalmente, Sebastián logró encontrar la gema mágica, la cual brillaba con la intensidad de sus alas, y con ella derrotó al malvado brujo, devolviendo la paz al valle.

A partir de ese día, la valentía y nobleza de Sebastián inspiraron a todos en el valle, demostrando que la verdadera grandeza no está en la apariencia, sino en el coraje y la bondad que habita en cada ser.

Y así, Sebastián continuó volando con sus dos alas rojas, recordándoles a todos que la verdadera magia reside en la diversidad y el amor.

FIN.

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