Semilla y sus amigas del jardín



En un hermoso jardín, habitaban diversas plantas que convivían en armonía. Había flores de todos los colores, árboles frondosos y plantas aromáticas que llenaban el aire con su delicioso perfume.

Sin embargo, en un rincón apartado se encontraba Semilla, una planta diferente a las demás. Semilla era una planta venenosa que no podía ser plantada junto a las demás por temor a que su veneno afectara al resto del jardín.

Aunque Semilla anhelaba ser parte de la comunidad vegetal, sabía que debía mantenerse alejada para proteger a los otros. Un día, mientras Semilla observaba con tristeza cómo las otras plantas crecían felices juntas, escuchó una voz suave detrás de ella.

Era Hojita, una pequeña hoja verde que había visto a Semilla desde lejos y quería hacerle compañía. "Hola, Semilla. He notado que estás sola y me gustaría ser tu amiga", dijo Hojita con una sonrisa amable.

Semilla se sorprendió por la amabilidad de Hojita, ya que nadie antes se le acercaba por miedo a su veneno. Poco a poco, Semilla y Hojita comenzaron a entablar una bonita amistad.

Hojita visitaba a Semilla todos los días y juntas compartían historias sobre el jardín y sus habitantes. Un día, mientras Hojita estaba con Semilla, llegó Corazón de Sol, la flor más brillante y hermosa del jardín.

Corazón de Sol miró con curiosidad a Semilla y preguntó: "¿Por qué estás sola, Semilla? ¿Acaso no deseas crecer junto al resto de nosotras?". Semilla bajó la mirada avergonzada y explicó sobre su condición venenosa que ponía en riesgo al resto del jardín.

Corazón de Sol escuchó atentamente y luego dijo: "No importa tu condición, todos merecen tener una oportunidad de crecer y ser felices en nuestro hermoso jardín". Corazón de Sol propuso entonces buscar una solución para permitir que Semilla pudiera integrarse al resto del jardín sin poner en peligro a los demás.

Entre todas las plantas idearon un plan: crear un lugar especial para Semilla donde pudiera crecer sin afectar a las demás plantas. Así fue como construyeron un pequeño invernadero para Semilla donde estaría protegida pero no aislada del resto del jardín.

Allí creció felizmente junto a sus nuevas amigas Hojita y Corazón de Sol, demostrando que con amor y comprensión cualquier obstáculo puede superarse.

Con el tiempo, el veneno de Semilla se volvió menos potente gracias al cuidado constante de sus amigas. Y aunque nunca pudo ser plantada directamente en la tierra junto al resto del jardín, encontró su lugar especial donde podía crecer rodeada de amor y aceptación.

Y así aprendieron todas las plantas del jardín que la verdadera magia reside en la capacidad de comprender y ayudar al prójimo sin importar nuestras diferencias.

FIN.

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