Semillas de Igualdad



Había una vez dos hermanos, Martín y Sofía, que vivían en una pequeña casa en el campo. Su papá, don Manuel, era un granjero muy trabajador que había ahorrado durante años para dejarles una herencia a sus hijos.

Un día, don Manuel reunió a Martín y Sofía en la sala de la casa para hablarles sobre su testamento.

Les explicó que les dejaría todo lo que tenía, pero de manera desigual: a Martín le daría la mitad de las tierras y a Sofía solo un pequeño terreno. Sofía se sintió triste y decepcionada por esta decisión. No entendía por qué su papá le daba menos que a su hermano.

Martín, por otro lado, se mostró feliz y orgulloso de recibir más tierras. "Papá, ¿por qué me das menos a mí? ¿Acaso no soy tan importante como Martín?" -preguntó Sofía con lágrimas en los ojos.

Don Manuel se sentó junto a sus hijos y les contó una historia:"Hace muchos años, cuando eran solo unos niños, planté tres árboles en nuestro jardín: un manzano, un naranjo y un limonero. Cuidé de ellos con amor y paciencia.

El manzano dio frutos dulces cada primavera; el naranjo nos regalaba jugosas naranjas en verano; y el limonero nos brindaba limones ácidos en otoño. "Los niños escuchaban atentamente la historia de su papá. "Cada uno de ustedes es como uno de esos árboles", continuó don Manuel.

"Martín, tú eres mi manzano: fuerte, constante y generoso. Por eso te doy más tierras. Y tú, Sofía querida, eres mi limonero: única, especial e invaluable. Aunque tus tierras sean menos, sé que sabrás sacarles el mejor provecho.

"Sofía comprendió entonces la enseñanza de su padre. No importaba cuánto recibiera materialmente; lo importante era cómo aprovecharlo al máximo. Con el tiempo, Martín cultivó sus tierras con dedicación y logró grandes cosechas que beneficiaron a toda la familia.

Por su parte, Sofía cuidó con esmero su pequeño terreno y plantó hermosas flores que alegraban el hogar.

Al final del día, don Manuel les dijo a sus hijos:"La verdadera riqueza no está en lo que poseemos materialmente, sino en cómo valoramos y hacemos crecer aquello que tenemos. "Y así, Martín y Sofía aprendieron una valiosa lección sobre la igualdad de oportunidades frente a las diferencias materiales.

FIN.

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