Shara y el libro encantado


Había una vez en un lejano bosque encantado, una perra muy curiosa llamada Shara. A diferencia de las demás mascotas del lugar, a Shara le encantaba explorar más allá de los límites del bosque y descubrir nuevos mundos.

Un día, mientras caminaba por el sendero mágico que la llevaba a diferentes cuentos infantiles, se topó con un libro abandonado en el suelo.

Intrigada, Shara decidió abrir el libro y de repente se vio transportada al mundo de los cuentos. Se encontraba en medio de un prado verde y soleado, rodeada de personajes fantásticos. No sabía cómo había llegado allí, pero estaba emocionada por la aventura que se avecinaba.

Shara decidió comenzar su recorrido por visitar a Caperucita Roja en el bosque. Al llegar, vio a Caperucita hablando con el Lobo Feroz cerca del camino. "¡Cuidado Caperucita! ¡Ese lobo no es quien dice ser!", advirtió Shara desde lejos.

Caperucita se sorprendió al escuchar a Shara y rápidamente corrió hacia ella para pedir ayuda. Juntas lograron engañar al lobo y salvaron a la Abuelita sin que él pudiera hacerle daño. Agradecida, Caperucita invitó a Shara a acompañarla hasta la casa de los Tres Ositos.

En el camino, se encontraron con Hansel y Gretel perdidos en el bosque. "¿Pueden ayudarnos a encontrar nuestro camino?", preguntó Gretel con voz temblorosa. Shara asintió con una sonrisa y les mostró el camino de regreso a su hogar.

Los hermanos les ofrecieron compartir su cena como muestra de gratitud antes de despedirse.

Mientras continuaban su viaje, Shara y Caperucita escucharon llantos provenientes del Castillo Encantado donde vivía Rapunzel atrapada en lo alto de una torre sin puertas ni escaleras. Sin dudarlo un segundo, Shara ideó un plan para rescatarla: convenció al Príncipe Azul para que trepara por sus largas orejas hasta llegar a Rapunzel y liberarla finalmente.

Rapunzel bajó felizmente junto al Príncipe Azul y todos celebraron juntos la valentía y astucia de Shara. Al anochecer, cuando las estrellas comenzaban a brillar en el cielo nocturno, las tres amigas decidieron regresar al libro para emprender nuevas aventuras en otros cuentos infantiles.

Antes de partir cada una tomó un trozo del mapa mágico del Bosque Encantado como recuerdo de su inolvidable día juntas.

Y así fue como la perra curiosa llamada Shara enseñó que con valentía, inteligencia y trabajo en equipo era posible superar cualquier obstáculo o desafío que se presentase en sus viajes por los cuentos infantiles.

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