Shin y el Valor del Respeto



Había una vez un niño llamado Shin que pasaba la mayor parte de su tiempo jugando Free Fire. Era conocido en su escuela por ser uno de los mejores jugadores, pero también por su actitud arrogante.

Cada vez que jugaba con sus amigos, siempre les decía: "PVP o qué mancos!"- lo que hacía que muchos se sintieran mal y unos cuantos hasta dejaban de jugar con él. Aunque Shin pensaba que era solo una broma, no se daba cuenta de que sus comentarios herían a sus compañeros.

Un día, en la escuela, la maestra organizó un torneo de videojuegos para fomentar la integración y el trabajo en equipo. Todos se emocionaron, pero Shin, con la idea de ganar, comenzó a entrenar aún más. En su cabeza, solo había espacio para la victoria y nada más.

Cuando llegó el día del torneo, Shin se unió a su grupo de amigos, pero en lugar de colaborar con ellos, comenzó a burlarse nuevamente. "Si seguimos así, no vamos a ganar, son unos mancos!"- dijo mientras se reía. Sus amigos se sintieron desanimados y algunos empezaron a pensar en no participar más.

Justo en ese momento, un nuevo compañero llamado Leo se acercó. Leo era muy nuevo en el juego y aún estaba aprendiendo. Cuando escuchó a Shin, se animó y le dijo: "¿Sabés qué, Shin? Es normal no ser el mejor al principio. Todos empezamos en algún lugar. Si me ayudás en lugar de burlarte, podríamos ser un gran equipo."-

Shin hizo una pausa. Nunca había pensado en ayudar a otros mientras jugaba. Algo en la forma en que Leo le habló lo hizo reflexionar. "Está bien, Leo. Tienes razón. Vamos a intentarlo juntos y no me voy a burlar más, por lo menos durante el torneo"- contestó, un poco inseguro.

Mientras avanzaban en el torneo, Shin comenzó a notar que, al ayudar a Leo a mejorar, el ambiente se volvía más divertido. Sus otros amigos también se animaron y comenzaron a practicar juntos. "Mirá, Leo, hacé esto así y después movete rápido por el lado izquierdo"- le decía, en lugar de criticarlo.

Pronto, a medida que el equipo trabajaba en conjunto, su habilidad creció. Con cada juego, se escuchaban risas en lugar de burlas. Finalmente, llegaron a la ronda final del torneo.

Cuando llegó el momento de competir, Shin sintió mariposas en el estómago. Pero esta vez no sólo estaba pensando en ganar, sino en divertirse con sus amigos.

El juego estaba muy reñido, pero en lugar de apresurarse y actuar solo, Shin empezó a comunicarse con su equipo. "¡Cuidado! Vienen por el lado derecho!"- gritó cuando vio a los oponentes acercándose. Gracias a sus estrategias y a la colaboración de todos, su equipo logró ganar el torneo.

Festejaron juntos y, por primera vez, Shin sintió que la victoria era mucho más dulce cuando se compartía. "No solo somos un equipo, somos amigos"- reconoció mientras chocaban las manos y reían.

Desde aquel día, Shin cambió su manera de ver el juego. Aprendió que lo más importante no era ganar, sino el respeto y la amistad que se construía mientras jugaban. Y así, cada vez que veía a alguien nuevo en Free Fire, sonreía y les decía: "¡Bienvenido, amigo! Vamos a jugar juntos y a aprender, que siempre se puede mejorar!"-

Y así, Shin se convirtió en un jugador admirable no solo por su habilidad, sino por el apoyo que brindaba a los demás. Y lo más importante, conoció el verdadero valor del respeto y la amistad.

FIN.

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